lunes, 19 de octubre de 2009

Búhos, mariposas negras, sueños, ruidos: Mensajeros de la muerte


Nuestra cultura esta llena de relatos, historias y anécdotas como las que presento en este reportaje en las cuales, antes de recibir la noticia de alguien, que conocemos queremos, ha muerto, henos tenido un sueño, el mismo fallecido (a) nos ha contado uno que tuvo, hemos oído una lechuza o un búho así como un ruido extraño o una mariposa negra se ha posado de manera visible, aunque sin explicación alguita, en una de las paredes de nuestra residencia. ¿Y que decir de los casos as insólitos, como haber sentido mal olor, una presencia extraña o una
inquietud en el pecho que nos anuncia que alguien va a partir al más allá?


Búhos, mariposas negras, sueños, ruidos: Mensajeros de la muerte
Por César Chupina, periodista

Mensajeros del más allá
En una conversación de clase de Filosofía de El Epidauro, el alumno Carlos Sajmoló, sacerdote indígena y monje yoga, aseguraba al abordar el tema que hoy nos ocupa que no sea extraño que los avisos en torno a la muerte se manifiesten de diversas formas. “Son mensajeros del más
allá”, aseguró, lo cual es natural para que las personas estén sabidas que algo va a morir, aunque lo codifiquen de extraño y extraordinario. Consultando a un especialista en la manera en la materia no quiso diéramos a conocer su nombre, este aseguró que todo tiene una explicación lógica. La conexión mental entre el que va a morir y las personas que mas han estado unidas a ellas en este mundo. Así los que le los que “se quedan” pueden percibir como se rompe ese lazo o cadena que los une a través de diversas formas tales como graznido de lechuza, mariposas negras, sueños, ruidos, olores, etc. Sin embargo, la historia ha codificado anécdotas muy interesantes de las que los grandes personajes no están exentos. Entre los ejemplos podemos citar a Mozart, del cual contamos, en reportaje dedicado asolo a el, la anécdota de cómo un hombre extraño, vestido todo de luto, de facciones severas las que apenas eran percibidas porque un sombrero cubría casi todo el rostro se presento a su residencia y le encargo “El réquiem”, su ultima obra. El mismo Mozart supo que su vida llegaba a su fin y que aquel extraño personaje era el ángel de la muerte que con el encargo anunciaba la suya. Lo más extraño de todo es que era un Réquiem, el cual bien puede considerarse el propio Réquiem del genial
músico.

Búhos y lechuzas
“Cuando el búho canta, un indio muere”, reza un dicho guatemalteco que hace referencia a la tradición de que cuando escuchamos a un búho o lechuza graznar, hasta en lugares donde sabemos no habitan, como en las áreas más urbanizadas, es porque se nos está anunciando la muerte de alguien.
“A saber quien se va a morir”, dicen las abuelitas generalmente, tal y como nos lo afirma doña Engracia (80 años) quien dice haber oído a la lechuza cada vez que se le muere alguien. “Eso es muy cierto unté, hay que tenerle miedo a esos animales cuando cantan”. Los búhos y las lechuzas son animales considerados sagrados por su actividad nocturna. En la antigua Grecia simbolizaban la sabiduría y entre las culturas prehispánicas a los dioses de la noche, los mensajeros de la muerte. De hecho Kamé, el nahual que tiene que ver con la muerte es simbolizado por un búho. Es decir, la creencia a la cual aludimos y que está tan arraigada en nuestros días tiene raíces que se esconden más allá de los tiempos.
En lo personal tengo experiencias que contar al respecto. Jamás había oído graznar una lechuza y nunca más la he vuelto a oír. Pero una vez, estando en mi casa de habitación, en mi cuarto, era de noche y la escuche tan cerca que parecía estar encerrada en dicha habitación. Obviamente me puse en alerta no tanto porque se tratara de un espíritu del mas allá sino de un animal extraño que podía atacarme en la noche. Al buscarla no encontré nada. En eso recordé aquello que había oído de que una lechuza canta cuando alguien muerte. Efectivamente, investigando después, se trataba del graznido de dicho animal y al poco tiempo de oírlo moría en la habitación contigua Lofo, mi abuelo Rodolfo, el don Fito del barrio, de un ataque la corazón.

Mariposas negras
Otros mensajeros de la muerte son las mariposas negras. Todo aquel que ve una mariposa grande de color negro posada en una de las paredes de su casa se asusta. Generalmente, cuando anuncian que alguien morirá se posan en los lugares más insospechados sin explicación de ninguna clase. La mayoría de personas se preguntan: ¿cómo entro aquí este animal? Las ventanas, las puertas estaban cerradas y como es que ni cuenta me di. Generalmente, al verlas, las personas se asustan.
“Mucha gente, comenta doña Engracia, cuando ve una mariposa negra sólo la espanta porque cree que al matarla morirá alguien. Sin embargo, la maten o no, de todos modos nos esta avisando algo: Un amigo, un pariente esta muriéndose o ya le llego la hora. A esos animales también hay que tenerles cuidado. Cuando se murió mi hermana Tona, ni bien recibí la noticia me di cuenta que dentro del baño de la casa había una mariposa negra y aunque nos preguntamos cómo llegó allí porque era imposible pudiera entrar allí estaba. Cuando sentimos se
fue. No le hicimos nada porque a los seres del otro mundo hay que respetarlos”.
La maestra Carmen de León tiene varias anécdotas al respeto. Ella misma nos la cuenta: “En mi casa, la mayoría de veces la mariposa negra se posaba como si fuera una moña en una del as paredes que dan a la terraza. Mi abuelo, el pintor, don Francos Rubén Paz Morales, murió en agosto de 1969. Antes vi al a mariposa y me impresionó a tal forma que le escribí un poema. En el Conservatorio Nacional de Música, donde fungí como bibliotecaria, al año aparecía tres veces y coincidía siempre en que morían tres personas. Por ejemplo, cuando se posó en la puerta del salón de Percusión que esta en el sótano, murió el maestro Agusto Ardenois. Cuando apareció en la pizarra del vestíbulo murió el maestro Manuel Herrarte. Lo extraño es que esto fue un fenómeno que ocurrió entre los años 60 y 80. Ahora ya no pasa. Cuando alguien va a morir tengo premonición y o presentimientos…”.
Don Luis Paxan (nombre ficticio) comenta que su madre cada vez que veía una mariposa negra en El Petén lo relacionaba con gente enferma. Si aparecía es porque se iba a morir, “como si fuera un aviso”. Don Luis, en lo persona, mas que con la muerte, relaciona la presencia de l as mariposas negras con desgracias sean del tipo que sean. Siempre que ocurre una aparece una mariposa negra mas grande que las demás”, comenta.

Ruidos
Los mensajeros de la muerte se manifiestan también por medio de ruidos. Son muchos los relatos de personas que han escuchado ruidos a la hora de que alguien muere. Al morir don Carlos Regalado, amigo del a familia, mi madre escuchó un ruido como si hubieran somatado las vidrieras frente a las cuales ella trabajaba en una de las estancias de la casa. El ruido se escuchó precisamente cuando don Carlos cayo de un infarto al suelo, mientras andaba por la calle, donde fue encontrado horas después y reonocido por sus familiares. Sin duda el llego a despedirse porque era una persona muy “relajera” y manifestaba siempre de manera bullicioso afecto paterno hacia mi señora madre.
“Ahhh eso es bien cierto, comenta doña Engracia,. Se escuchan ruidos precisamente en el momento en que la muerte sorprende al ser querido y el alma se va al otro mundo. Muchas veces nos asustamos y los que ya sabemos de que se trata lo que tenemos que hacer es persignarnos y reza por quien sea…”. “Yo no se si sea cierto o no, me comento una vez doña Marta de Carpio, pero cada vez que pienso en mi esposo, el difunto, Lic. Jorge Carpio Nicolle, en la soledad de mi habitación he escuchado un ruido de muebles…”.
El periodista Giovanni Aldana asegura que cuando murió su abuelo, en el preciso momento de expirar, se escuchó sobre esa habitación unruido que era como si hubiesen tirado una cubeta llena de piedrín sobre la lamina”. Giovanni no vio nada pero su abuelo ya había abandonado este mundo tras padecer mucho en su lecho de enfermo. Don Víctor Hugo de Paz, escritor y periodista, tenía una relación muy estrecha y hermosa con su señor abuelo, don José Antonio Morales. Cuando murió éste, Víctor Hugo ni pudo ir al velorio ni al entierro. “Soñé a mi abuelo tres veces. Cada vez mas joven”, comenta. Le dijo: “Dicen que estoy muerto. Yo estoy bien…”. En el último sueño, don José Antonio se despidió. Al terminar el suelo, un ruido se oyó en la ventana. Era un grillo que se pego a la misma. Desde entonces el grillo aparece y Víctor Hugo sabe su abuelo le dice a través del animalito que no hay problema y todo está bien.

Sueños
En la anécdota anterior combinamos el ruido (canto del grillo), el animal (el grillo mismo) y los sueños para entrar precisamente a estos que es donde mas se manifiesta el anuncio de que la muerte se llevara a alguien. Muchas veces la misma persona que va a morir tiene sueños extraños. Es el caso de doña Graciela Rodas Larios, doña Chela, quien soñó que ella, una señora que ya había muerto y la persona a quien le contaba el sueño estaban desnudas. Escuche la conversación y nunca la he olvidado. “Yo nunca le he visto a Usted sus partes, le dijo a quien le contaba el suelo… Mucho menos a la violeta que ya esta muertas. A saber qué significado tendrá soñarse uno en pelota”. Eran las 8 de la mañana de un 4 de diciembre de 1980. a las 16:00 horas, doña Chela murió de un ataque de diabetes. Al día siguiente se le estaba enterrando.
La periodista Ingrid Cárdenas tuvo un sueño muy significativo. Estaba en un velorio. No sabia ni de quien. Pero al momento de cargar la calla ella iba a hacerlo,. A los pocos días, nos enteramos de la noticia del a muerte de don Saúl, su señor padre. Carlos Méndez, el poeta del Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala. Sonó la noche de un sábado una especie de ataúd o cajita dorada con varias cajitas más pequeñas blancas (como ataúdes de niños) tras contarlo, en la mañana del domingo, se enterró leyendo la carátula de un periódico que Lady Diana, a quien Carlos admiraba tanto, había muerto trágicamente. Antes había decodificado el sueño de que alguien iba a morir. Lo raro es que era de color de dorado. Sin duda se trata de un personaje importante, le dijeron. En efecto: Lo dorado es el color de la realeza. Carlos no saliò del impacto que le causo la muerte de Diana en mucho tiempo, lo cual se enfatizaba con el hecho de que lo supo antes en un sueño…
Ingrid de Paz cuenta una anécdota de la época cuando fue administradora de Diario El Grafico: “Soné que estaba vestida de blanco, lo cual significa muerto. Estaba en una iglesia muy linda y yo
me estaba casando. Tenía el velo en la cara. Me impresioné de verme yo misma. Ese mismo día me enterré de la muerte de la madre de mi compañera Maria Onelia. Ella soñó algo similar”. En efecto, María Onelia de León, comenta: “Soñé que estaba en i casa y que en todo el comedor había mucha gente, como en una fiesta… porque yo me casaba…. Otro día soñé que se me estaban cayendo los dientes en una reunión donde había mucha gente…”.
Cuando murió el Lic. Jorge Carpio, tuve un sueño muy significativo: tenia una sesión con el. Yo lo veía en el extremo de una mesa larga y rectangular. Al despertar no supe de que se había hablado en la sesión. Solo recordaba que estaba el y en el otro extremo yo (quien lo veía sin verme) y la mesa larga y cuadrada cual ataúd. De hecho, si uno sueña un ataúd o algo que puede interpretarse como tal, o una iglesia, fiesta o reunión… o que se le caen los dientes, si duele es de alguien cercano y, si no de alguien lejano… o un casamiento donde la novia va de blanco, todos sabemos en nuestra cultura que es presagio de muerte de algún conocido si es que no es de la nuestra propia.

Olores
Aunque no tan común, los mensajeros de la muerte pueden manifestarse a través de olores. Ingrid NegritaCárdenas, tras haber contado su sueño ya mencionado mostraba cierta inquietud en su oficina. ¿Qué pasa?, le pregunté. Es que siento un olor muy penetrante. Como a suciedad y porquería, respondió. Por mas que intente sentirlo lo único que sentía era el olor del perfume de Ingrid. Parece lo consultó a otras personas y lo mismo. Entonces decidió comentarle a su mama y me contó que podían ser dos cosas. Entre ellas, que alguien iba a morir y se estaba despidiendo. A los pocos días, muere su padre… “Eso de los olores a muerto, comenta doña Engracia, es tan bien cierto. Eso si lo he sentido. Mas cuando uno esta acostumbrado a la loción que usa el que se va a morir. Cuando se murió mi papaíto hace ya mucho tiempo yo sentí el agua de canela que el hervía y se echaba para salir a misa los domingos. Como yo estaba lejos de él, decía: De plano mi papaíto va a venir porque cada vez que yo sentía el olor, el llegaba a la casa. Entonces le preparaba café con champurradas que tanto le gustaban. Pues ese día le pepearé la refacción pero me la tuve que comer yo porque vino a la casa pero muerto porque fue aquí, en mi casa, donde lo velamos, porque así el quería siempre y me lo decía a cada rato…”.

Presencia extraña
Los mensajeros de la muerte se manifiestan también con presencias extrañas. Cuando Patty, mi hermana, aun no se había casado, murió su suegro don José Luis Castillo quien la quería como a una hija. En el momento en que ella recibió la noticia estábamos en la finca de mis abuelos paternos tomando café en el comedor de la casa. De pronto, se abrió la puerta sin más ni más y entro un aire horrible que nos estremeció a todos. Mientras la cerrábamos, sonó el timbre del teléfono. A mi hermana, al responder la llamada (era mi mama) se entera que en ese momento había muerto don Luis.
Ahora bien,. Esto de las presencias es más común postmortem. Como unaforma en que recibimos mensajes de conformidad y de que todo esta bien. Don Tono, el abuelito de Víctor Hugo de Paz, siempre orientaba a nuestro compañero en torno a lectura de libros espirituales. Antes de morir le dijo que todos los libros suyos serian de el a manera de herencia. Cuando murió el señor, Víctor Hugo decidió limpiar el armario, lo cual ya había hecho antes. De repente sintió como si le hubiesen empujado un folleto, el cual cayó al suelo. Se trata de “Para aquellos que han perdido un ser amado” del teósofo C. M. Lead Beter, comprado en octubre de 1948, un mes después de que naciera Víctor Hugo.
Recién muerto su esposo Rolando, Lili Palomo sentía que iba a sentarse a su cama a conversar con ella. Incluso hay quienes aseguran sentir sus seres queridos les abrazan. Lo mismo ocurrió al morir mi abuelo Rodolfo. Mi abuelita sentía hasta el peso de la persona al sentarse en la cama. Y esto no obligadamente sucede cuando uno esta dormido. Doña Dalila de Menchú cuenta lo mismo cuando murió su esposo.

Corazonadas
Ya Carmen de León nos ha dicho que ahora los mensajeros de la muerte se le manifiestan por corazonadas o presentimientos. Cuando murió doña chela, ya mencionada, y yo escuchaba contaba su sueño me dije a mi mismo (no por interpretación del sueño): “Ella se muere esta noche”. Al morir mi tía abuela, Margarita. Oíamos radio con mi mama y cuando dijeron “última hora… ultima hora”, ella me dijo “cállate que quiero oír lo que van a decir en el radio”. “¿Qué cosa, le dije que acaba de morir la tía Lita?”. Es hasta mucho tiempo después que me pregunte sin respuesta alguna: “¿Y aquí que paso? ¿Cómo lo supe? ¿Cómo lo sabia?”. Con el tiempo he aprendido lo que es la intuición.
“El corazón nunca falla, nos dice doña Engracia. Los presentimientos nunca mienten. Cuando se murió mi hijo yo sentía un dolor bien feo en el pecho. Sabio algo iba a pasar. Y me trajeron la noticia. También sentí un olor que me pareció extraño. Cuando me acerque a las lociones del patojo, supe que era el mismo olor que yo sentí mientras me dolía el pecho y yo ni siquiera sabia que el se echaba eso…”.
Muchas veces las corazonadas van acompañadas de otro tipo de señales. Como en el cielo, por ejemplo, para el terremoto de 1976, recuerdo que yo me preguntaba, antes constantemente ¿Cómo seria un terremoto? Y hasta jugábamos con mi hermana de que había uno grabándolo como radioteatro en una grabadora… Al poco tiempo, ¡la tragedia! Esa misma noche vimos con mi tía abuela margarita, la Lita de la anécdota de la radio, como caía una estrella fugaza la tierra y ella dijo: “A saber qué va a pasar… señales en el cielo… desgracias en la tierra. Además,
los gallos cantan muy tristes”.
Muchas veces las corazonadas inexplicablemente nos hacen escribir cosas proféticas. Recuerdo como escribía la segunda parte de una novela que trata sobre la reencarnación e inspirado en Jorge Carpio escribía sobre un líder, sin ser el del todo el personaje literario, el cual al llegar al poder lo matan de igual forma en que él murió: En la curva de una carretera. Es hora que no he podido tocar el texto. Carolina Howell, artista norteamericana, al irse a vivir a el Perú, escribió un poema inspirado en su abuelita, la cual sabia estaba enferma. En el mismo habla de cómo la abuelita ya no está. El poema “Good by grandmother” fue leído por la hermana de Carolina, en el
funeral de la anciana:


Lord, take me home, she prayed.
Lord, take me home, she told me so many times.
We don’t have that choice,
said.
Sometimes I wished she d get her wish.
Sometimes I wanted it for myself Still, when the day came
found it hard to rejoice for her.
All I could remember was her boysenberries…
But why cry for al those things she could no longer give
She stopped giving long ago.
Maybe it was hope that I cried for.
I cannot hope anymore for other walks in her garden.
I wont here any more of her stories.
I can’t feel her soft skin anymore.
We can’t sing together.
She has tended al her gardens,
raised al her children.
She’s loved all her dogs and all her cats.
And she’s kissed us fro the last time.
God by Grandmother.

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