viernes, 26 de junio de 2009

Federico García Lorca, supremo símbolo de la represión de un pueblo


Federico García Lorca es una de las figuras más eminentes de la poesía y literatura española. El teatrista guatemalteco Xavier Pacheco lo define en pocas palabras al expresar que “es lo más divino que he leído yo: Poemas y teatro”. Es uno de los autores más connotados de este siglo. Maravilloso teatro, exquisita poesía y lamentablemente muerto en mala hora”. Según León Felipe, Federico es “el monstruo lírico del siglo XX”. Nace en Fuenteovejuna en 1898 y muere en Granada en 1936. Su padre poseía algunas fincas en Granada y de su trato con la gente del campo el poeta adquirió profundo conocimiento del pueblo español, cursó estudios en las facultades de Letras y Derecho de la Universidad de Granada. En 1928, estrena en la capital de España su primera obra teatral: “El Maleficio de la mariposa” que no conoce el éxito. Será en 1927 a raíz de las publicaciones de su “Romancero Gitano” y de la representación de la patriótica obra “Marina Pineda” cuando le sonreirá la fama. En 1928 sale a la calle su “Romancero Gitano” en las que se hallan como en síntesis todas las inspiraciones líricas de España: Desde la Poesía Popular de Lope de Vega hasta el preciosismo poético de Góngora.

Federico García Lorca, supremo símbolo de la represión de un pueblo
Por César Chupina, periodista


I: PANORAMA DE MERIDA
Por la calle brinca y corre
caballo de larga cola,
mientras juegan o dormitan
viejos soldados de Roma.
Medio monte de Minervas
abre sus brazos sin hojas.
Agua en vilo redoraba
las artistas de las rocas.
Noches de torsos yacientes
y estrellas de nariz rota
aguarda grietas de alba
para derrumbarse toda.
De cuando en cuando sonaban
blasfemias de cresta roja.
Al gemir, la santa niña
Quiebra el cristal de las copas.
la rueda afila cuchillas
y garfios de aguda comba.
Brama el toro de los yunques
y Mérida se corona
de nardos casi despiertos
y tallos de zarzamora.

Homosexual y mimado
A diferencia de otros personajes de su época, se conoce el homosexualismo de Lorca. El cual ha adquirido dimensiones legendarias. “El era maricón”, afirmaba una actriz española que lo interpretaba en respuesta a una crítica de la obra “Mi amante Federico” que publicó Luz Méndez de la Vega en la página editorial de Diario El Gráfico hace algunos años. En dicha obra se había énfasis en el romance que él y Dalí sostuvieron pero, como afirma el poeta y periodista Hugo Madrigal “es un gran poeta y si era gay era su forma de vida y nada más”. Quizá las raíces de esto estriban en que fue un niño mimado. Según “Las Grandes Biografías” de Editorial Océano (Tomo VI – Pág. 678): “Delicado, angelical incluso, fue Federico criado entre algodones por una madre hospitalaria –la maestra Vicente Lorca- y un padre comprensivo –el hacendado Federico García-. Su primitiva vocación fue la música y estudió guitarra y piano; luego llenó de palabras aquellos ritmos y melodías sin contenido… En su Granada natal había pobres y ricos, se fraguaban revoluciones para poner tasa a los latifundistas desaprensivos, pero, mientras crecía el enfermizo Federico soñando con el mar, ensimismado con los caracoles y los nardos. Ap punto estuvo de morir a los catorce años or haber contraido el tifus a causa del deplorable estado del antiguo alcantarillado de su ciudad. De haber sido así, algunos de los más cautivadores versos de la literatura española contemporánea jamás hubieran sido escritos”.

II: EL MARTIRIO
Flora desnuda se sube
por escalerilla de agua.
El Cónsul pide bandeja
para los senos de Olalla.
Un chorro de venas
le brota de la garganta.
Su sexo tiembla enredado
como un pájaro de las zarzas.
Por el suelo, ya sin norma,
brincan sus manos cortadas
que aún pueden cruzarse en tenue
oración decapitada.
Por los rojos agujeros
donde sus pechos estaban
se ven cielos diminutos
y arroyos de leche blanca.
Mil arbolillos de sangre
le cubren toda la espalda
y oponen húmedos troncos
al bisturí de las llamas.
Centuriones amarillos
de carne gris, develada
llegan al cielo sonando
sus armaduras de plata.
Y mientras vibra confusa
pasión de crines y espadas
el Cónsul porta en bandeja
senos ahumados de Olalla.


Hugo Madrigal: “me encanta el libro “Poeta en New york” por la descripción que Lorca hace de la ciudad”. “Grandes Biografías de Editorial Océano” (Tomo IV – Pág. 679-80): “Decisivo en la vida y en la obra de Federico García Lorca fue su desdichado viaje a New York. Allí compuso poemas insólitos y terribles que reflejan su espanto ante la ciudad… Federico que había salido de España con una beca para estudiar durante el curso 1929 – 1930 en la Columbia University – acaso huyendo, como se ha especulado, de un fracaso amoroso de carácter homosexual- sintió un gran alivio cuando pudo trasladarse por fin a Cuba. Invitado por la Institución Hispanoamericana de Cultura, impartió en La Habana algunas conferencias memorables… aunque no tardó en regresar a Madrid, donde le aguardaba la consagración definitiva como uno de los mayores dramaturgos de las letras españolas”.

Un lugar preponderante
“Grandes Biografías de Editorial Océano” (Tomo IV – Pág. 678): “Alos diecisiete años se matriculó en Filosofía y Letras y en Derecho en la Universidad de Granada, aunque lo que verdaderamente le interesaba era la amistad de unos pocos. Lorca fue el contertuliano más brillando de El Rinconcillo, el café de la Alameda de suciedad, donde conoció al gran compositor Manuel de Falla. En febrero de 1912 apareció su primera composición literaria en el Boletín del Centro Artístico de Granada. Se titulaba: “Fantasía Simbólica”. En 1919 se incorporó en la Residencia de estudiantes de Madrid, donde pasó los meses lectivos desde esa fecha hasta 1928. Allí conoció a muchos de los jóvenes artistas de su generación, algunos tan relevantes en la cultura del siglo XX como Salvador Dalí y Luís Buñuel. Con el primero compartía una singular habilidad para el dibujo y con el segundo, una afición al cine que lo llevó a escribir algunas escenas imaginarias teniendo como protagonista a Búster Keaton, cómico que en España era conocido como Pamplinas. Pero su naturaleza le orientaba hacia la escritura. En su formación influyó un excepcional profesor de Historia del Arte de nombre Martín Domínguez Barueta, que organizaba con sus alumnos viajes de estudio. De esos viajes y de otros que organizó él mismo con sus compañeros a imitación de su maestro, salió su primer libro “Impresiones y Paisajes” que fue publicado en 1918”.
Después de su publicación en 1921 de “Poema del Cante Jondo”, Lorca dedica especial interés al teatro poniéndose al frente de La Barraca, grupo universitario que recorría España para poner en escena obras de Calderón, Lope de>Vega y Cervantes. “Lorca era multifacético – afirma Xavier Pacheco-. Diseñaba, dirigía, hacía títeres… en fin: Era un dechado de virtudes”. La primera actriz guatemalteca, María Teresa Martínez, agrega: “No pareciera que haya sido tan prolífico para su edad. Se adelantó a su época. Escribió hasta canciones y rondas para niños. De esta época data su trilogía “Bodas de Sangre”, “Yerma” y “La Casa de Bernarda Alba”. Esta última, a decir de Pacheco, “fue diseñada para ser interpretaba por hombres ya que la represión a la que las mujeres estaban sometidas, las hace parecer hombres. Además, eso pasó en realidad”. Se dice que Lorca se inspiró en la misma espiando a unos vecinos que tenían como problema a una madre dominante que no dejaba vivir en paz a sus hijas. También de esta época es “Canto fúnebre a Ignacio Sánchez Mejía”. María Teresa Martínez “Su prima ayudaba a Federico a espiar en la famosa casa que inspiró a “La Casa de Bernarda Alba”. Esa mujer existió aunque no se llamaba Bernarda, por supuesto”. Sin embargo, hay otra versión que afirma que Lorca tomó el argumento de una noticia periodística aparecida en el ABC de Madrid el 25 de julio de 1928.
Lo cierto es que la obra de García Lorca ocupa un lugar predominante en la Literatura Universal Contemporánea. Es junto a Benedetti, Pablo Neruda y Antonio Machado de los escritores más populares. “Su obra tiene un intenso aliento lírico que la anima”, opina Hugo Madrigal. “Sus obra no hicieron más que proponer una y otra vez la perenne creación del ser y la constante liberación de la muerte”. Según Estuardo Galdamez, dramaturgo, crítico, director de teatro y auxiliar en el área de Historia del Teatro en la Escuela de Teatro El Epidauro “el teatro de Lorca es importante porque marcó un tiempo en la historia y registra a la España de su tiempo pero al mismo tiempo es universal como en “Mariana Pineda”. Además, todo su teatro lo quiere volver música. sin duda esto se debe a su contacto con la misma. En sí convierte la vida en un arte porque reagrega belleza a los hechos y los vuelve teatro o poesía”. Lorca llevó su ingenua y fresca maravilla frente a todo aquello que no se ve, ante todos los colores que se miran, a un mundo algo cansado de intelectualismo, devolviendo de tal forma su gusto origina de la sencillez a todo cuanto nos rodea. Hay que partir de estos presupuestos para entender su teatro, que es pasión humana, relación directa con las cosas, contacto espontáneo entre actor y público, lo cual el cine ha sabido aprovechar muy bien. Carlos Méndez, catedrático de cine comenta: “Luís Buñuel decía: Federico tenía un magnetismo al que nadie podía resistirse. Hay películas basadas en sus obras de teatro como, por ejemplo, “Bodas de Sangre” de Carlos Saura, la cual está realizada como flamenco – ballet y casi prescinde del diálogo. También Mario Camus hizo “La Casa de Bernarda Alba”. “Muerte en Granada” es una coproducción España- Estados Unidos y trata sobre la vida y muerte de Federico”.
La crítica opina que la obra maestra del Teatro de Lorca es “Yerma”. Líricamente estupendos son sus soliloquios. Aunque según el profesor de Estética José María Valverde, “la Casa de bernarda Alba” es la mejor obra teatral española del siglo XX. Y es que García Lorca dominó la metáfora con insuperable perfección ocupando un punto de singular relieve en la historia de la poesía española. Representa un momento nuevo en el proceso de revalorización del romance, después de los intentos del Duque de Rivas en la primera mitad del siglo XIX y de Antonio Machado en el siglo XX”, opina un especialista en uno de los tantos prólogos de dicha obra.
En Guatemala se han realizado tres excelentes montajes de las obras de García Lorca: “Bodas de Sangre”, dirigida por Alfredo Porras; “Yerma” dirigida por el español Xavier Riera y “La Casa de Bernarda Alba”, dirigida por Jorge Hernández Vielman. Esta última contaba con las mejores actrices guatemaltecas del siglo XX: Mildret Chávez en el papel de la madre anciana; Cristy Cóbar como Poncia, la que desafía a Bernarda. Y en el papel principal, María Teresa Martínez, nuestra doña, quien vivenció muchísimo porque Adela, la hija que se ahorca lo interpretaba la misma hija de María Teresa. Comenta: “Yo soy una eterna enamorada de García Lorca. De él he trabajado en “Bodas de Sangre”, “Yerma” y “La Casa de Bernarda Alba” como actriz me siento satisfecha de haber interpretado los personajes femeninos más fuertes de su obra dramática. Además, cuando yo declamaba mucha poesía de él venía. Soy lorquiana cien por ciento. Siempre he dicho que bien podría yo ser su reencarnación pero no es posible porque murió ocho días después que yo naciera”. Carlos Méndez. “Al anunciarle a sus amigos “La Casa de Bernarda Alba”, Lorca les dijo: “nada de literatura, teatro puro…”. Para él era como un documental biográfica. Cuando vi en La Antigua Guatemala en una mañana, en las ruinas estaba yo sentado demasiado cerca de las actrices. A un costado de la escena. Me pareció electrizando ver a las leyendas el teatro guatemalteco juntas en esa obra. Me sentía como cuando Lorca espiaba a la verdadera Bernarda…”.
“La Historia del Teatro” de la Biblioteca Uteha registra en su capítulo XXVIII “España: De Benavente hasta nuestros días” (Pág. 125) que “el último poeta con que cuenta el teatro español contemporáneo es Federico García Lorca. Si damos una ojeada a su producción veremos en seguida que sus personajes principales son siempre heroínas, analizadas en su expresiva y viva personalidad. En el corazón de Lorca la mujer es madre, tierra, patria, afán de libertad, conquista de la vida. Y es por ello por lo que lo que el tema de la femineidad, vistos desde sus distintos aspectos dramáticos, se plantea mediante una extremada inspiración lírica y una gran consistencia plástica”. En su época de estudiante con La barraca ofrecía espectáculos gratuitos de pueblo en pueblo, hasta los más olvidados rincones de España. Con medios escénicos primitivos y una compañía de estudiantes que vivía de una modesta ayuda desgobierno… el teatro ambulante de Lorca constituyó un ejemplo de eficacia, tan sugestivo como constructivo. Consiguiendo dar en sus cuatro años de existencia la sensación de que el teatro había recobrado sentido y vitalidad”.

III: INFIERNO Y GLORIA
Nieve ondulada reposa.
Olalla pende del árbol.
Su destino de carbón
tizna los aires helados.
Noche tirante reluce.
Olalla muerta en el árbol.
Tinteros de las ciudades
vuelcan la tinta despacio.
Negros maniquíes de sastre
cubren la nieve del campo,
en largas filas que gimen
su silencio mutilado.
Nieve partida comienza
Olalla blanca en el árbol.
Escuadras de níquel juntan
los picos en su costado.

Una custodia reluce
sobre los cielos quemados
entre gargantas de arroyo
y ruiseñores en ramos.
¡Saltan vidrios de colores!
Olalla blanca en lo blanco.
Angeles y serafines
Dicen: Santo, Santo, Santo.

Muerto en mala hora
Lorca pertenece a una generación de poetas denominada de distintas formas. Dámaso Alonso la denomina del 24. Otros autores del 36 pero es más conocida como del 27. Otros la llaman “Generación de la Amistad” porque dicen que es lo único que los une y carece de las características de una verdadera Generación de Poetas. Pertenecen a esta generación: Gerardo Diego, Rafael Alberto, Luís Cernuda, Vicente Alexandre, Miguel Bermúdez y Pablo Neruda. Este último escribe en sus memorias mucho acerca del grupo describiendo a Lorca como un bohemio, artista en todo y muy amigable”. Lorca muere en la Guerra Civil Española y se deshace el grupo. Esto ocurre en 1936, por eso algunos la llaman Generación del 36. lo cierto es que lo único que une a esta generación de poetas es el culto a Góngora y el hecho que tratan de rescatar el folklore aunque no en forma tan conservadora como los de la Generación del 98.
“García Lorca fue muerto en mala hora”, comenta Xavier Pacheco, lo cual nos llevo a investigar en el libro de Ian Gibson, “El Asesinato de García Lorca” en cuyo capítulo “Por qué mataron a García Lorca. Revisión y análisis de los hechos” comenta (Pág. 255) que “fue asesinado por un sistema cuyo objetivo principal era aterrorizar a la población granadina y aplastar toda posible resistencia al movimiento, cualquier conato tendiente a recuperar el terreno súbitamente perdido por los leales a la República. Vista la muerte el poeta dentro del contexto general de la represión llevada a término en Granada, su caso no es más excepcional que otros… Casi todos los investigadores sobre la muerte del poeta han llegado a la conclusión que Ramón Roíz Alonso no sólo detuvo a García Lorca, sino que también lo denunció. Sin embargo, estos investigadores no se han puesto ni mucho menos de acuerdo sobre los posibles motivos que condijeron al ex diputado de la CESA a obrar de modo en que lo hizo…”. En el primer capítulo del mismo libro denominado “Sobre el pretendido apoliticismo de García Lorca”, Ian Gibson concluye que los datos y los documentos aportados demuestran que la posición política de Lorca estaba próxima a la del socialismo liberal. Hijo de una familia acomodada y consciente de los grandes privilegios que su bienestar económico le había conferido, Federico que desde sus primeras obras “Impresiones y Paisajes”, “El Beneficio de la Mariposa”, “Libro de Poemas” se había solidarizado con las víctimas de la injusticia social, no podía por menos ser hombre de izquierdas, enemigo del fascismo y , desde luego, ferviente frentepopulista. Todo lo cual era perfectamente compatible con el hecho de no estar afiliado a un partido político concreto y de sentir un profundo desinterés por la vida política (sería difícil concebir al poeta como miembro, por ejemplo, de una comisión parlamentaria)… (Pág. 39). María Teresa Martínez: “por supuesto que tenía tendencia política. Basta leer “Mariana Pineda” para saber de esta faceta de Lorca”. Estuardo Galdamez: “”La obra de Lorca es como pasar de la vida real al tema político siempre. Su fondo va siempre contra la dictadura. Incluso en “bernarda Alba” la figura representa lao presión”.
Lo cierto es que quizá haya sido su muerte en plena juventud, una de las razones por las que conmovió al mundo. Salió la noticia en todos los periódicos y la connotación política a su persona produjo más interés en la opinión pública mundial sobre su obra. Como afirma Ian Gibson en las últimas líneas de su libro (Pág. 304): “Hoy día, por fin, Federico García Lorca se ha consagrado no sólo como uno de los más altos poetas españoles de todos los tiempos sino como supremo símbolo de la represión de un pueblo”.

NOTA: El texto en negritas corresponde al “Martirio de Santa Olalla. De “Tres Romances Históricos” que García Lorca dedica a Rafael Martínez Nadal.

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