martes, 21 de julio de 2009

Mi coronel Jesús de La Merced




Las imágenes religiosas en Guatemala tienen categoría de personajes y han ido de la mano de la historia. Uno de los más queridos es Jesús Nazareno de La Merced a quien el Presidente Manuel Estrada Cabrera nombró Coronel del Ejército, por sus méritos. Se cree que el dictador muchas veces pidió su consejo y que quizá por ello Miguel Ángel Asturias lo haya mencionado muchas veces en sus obras como “El Señor Presidente”.

Mi coronel Jesús de La Merced
Por César Chupina, periodista


Cumbre del barroco
Jesús Nazareno de La Merced es considerado la cumbre del barroco guatemalteco. Fue esculpido por Mateo de Zúñiga, el más famoso escultor de la segunda mitad del siglo XVII. Se afirma precisamente con la escultura que nos ocupa según los eruditos “su arte se templó en el sufrimiento, (quizá nunca se recuperó de la angustia de ser hijo ilegítimo y de llevar sólo el apellido de su madre, Francisca de Zúñiga). Según el estudio “El Templo de La Merced, relicario de fe y de arte” que se distribuye en dicha iglesia, “Jesús de La Merced es una acabada imagen de mateo de Zúñiga. El 27 de marzo de 1825 es colocada en La Merced de La Antigua; es consagrada en 1917 por el Obispo de Guatemala, Juan Bautista Álvarez de Toledo; es trasladada a la Nueva Guatemala de la Asunción, el 15 de junio de 1778; el 9 de julio de 1778 llega a este templo de La Merced aunque la inauguración del templo fue en 1813”. (Pág. 9).
El padre Antonio Gallo en su libro “Escultura colonial en Guatemala” (Pág. 164) escribe: “Sobre el Nazareno de La Merced de Guatemala el P. Isidro Iriarte publicó un documento sobre los archivos de La Merced que dice: “desde el principio de la elección de la Cofradía de Jesús Nazareno que fue el año de 1582, hasta el año 1854, que entraron por mayordomos Bartolomé Vásquez Montiel y Nicolás Pérez de santa maría tuvo la Cofradía en la capilla una imagen de Jesús nazareno, que era de dichos Reverendos Padres, y por varias divisiones que había siempre entre los mayoreos y Reverendos Padres, pidieron los mayordomos licencia al señor D. Fray Payo de Rivera, Obispo a la sazón de esta ciudad, para hacer imagen del Señor propia del a Cofradía… se hizo en dicho año y costó la hechura en blanco, sesenta y cinco pesos que se le pagaron a Zúñiga y la encarnación y colores se los puso D. José de la Cerda, uno de los caballeros más curiosos que ha habido en esta ciudad; y acabada dicha imagen se colocó en su capilla el siguiente año el 27 de marzo de 1655 siendo Comendador del Convento el reverendo Padre Maestro Fray Domingo de Izaguirre, a quien se le entregó la imagen que antes estaba en la Capilla y supimos que la colocó en el altar que la puso en el tránsito que va al coro de dicho convento quedando los hermanos de la cofradía muy agradecidos a dios nuestro señor por haber dado tan maravillosa imagen suya”. (Folio 50 y 51 del Libro I de aumentos de la Cofradía). Y de la imagen añade el P. Iriarte: “en las calles y plazas, en las más grandes solemnidades del año, subyuga y estremece a multitudes incontables, cuando envuelta en fabulosas vestiduras como la concibió el gran imaginero, a plena luz, y mejor todavía, a pleno sol, agobiado por el peso del madero, muestra en su rostro mansedumbre infinita, dolor y tristeza, mientras con suave movimiento del cuerpo parece dirigirse a un lado”. Como dice el padre Iriarte, “el nazareno de La Merced está en movimiento, en actitud de pasar de largo. Como el peregrino de Nazareth. Pero también se mueve su mirada, de la tierra al cielo, de un devoto a otro. Esta movilidad demiúrgico es precisamente lo más inquietante de esta escultura… Esta es precisamente la cumbre del barroco: una mirada que pasa y atrae y lo compromete a uno con el sentido de Dios”. Hasta aquí la cita de Gallo.
Obviamente la teatralidad del barroco es ad hoc para las imágenes procesionales de Guatemala. Carlos R. Díaz del Cid en “Concepto anatómicos., fisiológicos, étnicos, bíblicos, religiosos, etc. de la Consagrada Imagen de Jesús nazareno de la Merced (Pág. 3) expresa que la mirada de Jesús de La Merced “recorre, con respecto a un punto fijo de la irregular peana, tan sólo 90 grados en dextrógiro sentido; mirada que surge de un rostro donde la categoría y determinación de Dios, se fusiona con la bondad de quien desea personar. El paso de Jesús obliga a que, en normal fisiología, el pie izquierdo haga el respectivo apoyo con flexión delicada de rodilla del mismo lado, mientras que, el pie derecho eleva el Calcáneo para iniciar la acción del siguiente paso. Pues bien, es asombroso ver, como una perpendicular levantada a nivel de aquel hueso del Tarso, llega a interceptar el eje oblicuo y mayor de la cruz que descansa en el regio hombro izquierdo del Nazareno que mejor interpreta, físicamente, al mártir que protagonizó el Primer Viernes Santo, más de dos mil años atrás. En una observación frontal de la imagen, el exquisito balance anatómico satura nuestra percepción, ya que la “Dinámica Muscular” alcanza un nivel de gran armonía: Notamos de esa mirada a la diestra, que implica la acción del músculo Explenio, cómo el hombro que carga la cruz permanece en un plano más alto que el hombro del lado izquierdo; mientras que la mano derecha se posa sobre la preciosa cruz en situación más elevada que la mano izquierda, ambas con gran naturalidad, mostrando en el dorso los tendones del Extensor común de los dedos y las falanges clásicas de la región. Llama la atención al seguir nuestro estudio, el logro escultórico al plasmar las Apófisis Cigomáticas y los Arcos Cilares, como contribución ósea en grado óptimo, de la maravillosa escultura. Este detalle es decisivo en cierto juego de sombras en las mejillas”.
Más adelante Díaz del Cid comenta (Pág. 11): “Si Mateo de Zúñiga alcanzó proporciones magistrales al lograr una escultura, que luce “Antropometría” de profundo sentido bíblico, Joseph de la Cerda (o Serda) el encarnador de la consagrada Imagen de Jesús Nazareno de La Merced, proporciona elementos que se ajustan al origen étnico de Cristo, color de tez y color de iris, por ejemplo y no se extralimita en la proyección traumática derivada de la cruel flagelación, que Jesús sufre en la secuencia de hechos que precedieron a su inmolación, tales como ojeras, lágrimas, equimosis y zonas hemorrágicas en general…”.

El nazareno que suda
Casi todas las hermandades de Guatemala, alegan que su imagen es la que más se parece a Jesús. Pero en torno a Jesús de La Merced existe una anécdota interesante: Una monja de Europa pidió fervorosamente a Dios poder ver la verdadera cara de Jesús antes de morir. En un sueño apareció la imagen de Jesús de La Merced. Con el paso de los años, ella viajó a Guatemala sin saber aquí encontraría la imagen que había visto. Ya puede imaginarse el lector (a) su asombro. Carlos R. Díaz del Cid en “Conceptos anatómicos, fisiológicos, étnicos, bíblicos, religiosos, etc. de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de La Merced” (Pág. 7) comenta algo muy interesante: “… un Viernes Santo reciente… un devoto cargador se acerca a mí y me dice:- Ud. Que ha dicho que Jesús suda cada Viernes Santo, ¿a qué hora podría ver ese portento? Continúe en la procesión, en cualquier momento podrá apreciar el fenómeno. Me conmueve escuchar al mismo devoto, cuadras más adelante, cuando me refiere: -Tenía usted razón, Jesús en realidad está sudando… de igual manera me decía una anciana dama: - Todos nosotros, en mi familia, hemos sido consagrados a Jesús de La Merced y a través de mi vida he visto cómo El ha cambiado sin envejecer; últimamente yo lo veo diferente a como aparece en la amarillenta fotografía de la sala de mi casa o en la postal que mi padre guardaba en su cartera…”.
La verdad es que no importa si este nazareno que suda es igual al verdadero Jesús o no. Importante es que traslada y transporta al verdadero. Por ello, se escucha frecuentemente a sus cargadores decir que cargan porque así corresponden, en parte, a la curación que el Nazareno obró en ellos; “cuando fui deshauciado”, por ejemplo o que visitan a Jesús siempre que pueden y sobretodo los días viernes porque “mi abuelita me lo inculcó”; “fui entregada (o) a Jesús”; “ha salvado a mis hijos”, etc. de hecho es la fotografía de Jesús de La Merced la que más se ve en comedores, tiendas, casas particulares, etc. también es común escuchar la exclamación “¡Jesús de la Merced!” cuando ha ocurrido una desgracia o va a pasar. Es el sentir de un pueblo el que Jesús de la Merced representa y no precisamente el católico. Díaz del Cid asegura que muchos evangélicos son vistos viendo su paso procesional del Martes Santo, en la Procesión de la reseña o del Viernes Santo (ambas, por la mañana) en la Procesión Oficial de dicho día, la cual es una de las importantes del a ciudad capital.

7, número bíblico
De hecho Carlos R. Díaz del Cid en sus famosos folletos que editaba cada Cuaresma para distribuir entre los devotos cargadores ha sido una de las personas que más anécdotas ha recopilado en torno a Jesús de La Merced. En su folleto “Jesús de La Merced” (Cuaresma de 1981) encontramos las siguientes: “Se dice que de Jesús de La Merced, es difícil obtener una fiel fotografía, la dificultad aumenta cuando en un lienzo se desea lograr imagen de él, que no decir, cuando en madera, un escultor emprende la siempre deseada réplica”.
“No se puede negar que la historia de los guatemaltecos está vinculado con la historia de sus imágenes religiosas y éstas, a veces, han influido en hecho de gran trascendencia. En el caso de Jesús de La Merced, pues su traslado, de la Antigua Guatemala a este valle de La Ermita (8 de julio de 1778), determinó que gran número de católicos, que aún no se decidían trasladarse a este vallo, lo hicieran siguiendo los pasos del Nazareno, Patrón Jurado de la ciudad”.
“Los años han tejido, en su transcurrir preciosas madejas de una mística que envuelve al nazareno de La Merced a lo cual han contribuido factores eternos que van desde la forma exclusiva y original de los motivos decorativos de las andas de Jesús para viernes Santo, hasta la interesante combinación de otros, cuyos dígitos repiten incisamente el número 7. Así el 27 de marzo de 1655 es colocada la imagen de Jesús Ens. Capilla. Los dígitos 1655 suman 17. 5 de agosto de 1917: Consagración. 29 de julio de 1773: Terremotos de santa Marta que destruyen el templo mercedario (Antigua G.) y que en última instancia provocaron el traslado de Jesús a este valle de La Ermita el 9 de julio de 1778. El mes de julio es el séptimo mes del año. El traslado se inició el día 7. 25 de diciembre de 1917: Terremoto en la Nueva Guatemala. se destruye nuevamente el templo mercedario y obliga el traslado de Jesús a los llanos conocidos cono el nombre Potrero de Corona, hoy Barrio Moderno. (Los dígitos 25 suman 7). El 7 de marzo de 1976: Se llevan a cabo las rogativas por el cese de los temblores que gran alarma causaron durante el amanecer del día 4 de febrero del mismo año. En esta ocasión, Jesús recorre, en pequeñas andas, corto itinerario dentro de la jurisdicción parroquial de La Merced. Se habilita la nave sur del templo mercedario y el Nazareno retorna al mismo, después del terremoto de febrero 76 el 19 de diciembre de 1977. la solemne procesión de Viernes Santo, incluye en su itinerario el paso por 7 templos católicos: San Sebastián, La Recolección, Santa Catalina, Catedral Metropolitana, La Concepción, Santa teresa y santa rosa. El 27 de marzo y de abril, el 7 y el 17, son fechas frecuentes en Viernes Santo”…
El Viernes Santo de 1980, en la Procesión del Viernes Santo, “se repite un hecho extraordinario, ya sucedido en pretéritas décadas, pues su mano derecha se desprende de la cruz sobre la cual habitualmente la apoya. El hecho, si bien extraordinario, alcanza ahora proporciones de misterioso presagio, pues acontece cuando el Turno 52, en hombros lleva la Imagen, en la cuadra de la 10ª avenida entre 7ª y 8ª calles de la zona 1, precisamente al costado de lo que fue la primera catedral de la Nueva Guatemala (Santa Rosa), es decir, enfrente de la residencia del capellán del mencionado templo: Monseñor Mario Martínez de Lejarza y Valle, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis, miembro de la Compañía de Jesús a cuyo cargo se encuentra el templo mercedario. El hecho quizás pasa desapercibido, aunque fueron muchos quienes lo presenciaron; muy pocos habrían de relacionarlo con lo acontecido posteriormente. El Ilustre Prelado mencionado, fallece en los primeros días de la semana de Pascua, consecutiva a aquel Viernes santo en que acaso, el brazo de Jesús se desprendió de la cruz, para permitir que con la mano llamara a su presencia, a quien escogió como pastor de su rebaño…”.

“Vivir a lo mercedario”
Según Díaz del Cid existe una manera de vivir a lo mercedario en Guatemala. del mismo folleto son las siguientes anécdotas: “Un médico de la vieja guardia y de gran prestigio en su consultorio, antes de emitir un diagnóstico o iniciar un tratamiento, su mirada se dirige hacia la fotografía del Nazareno, como buscando su aprobación”. “Cuántas veces –prosigue Díaz del Cid- en la modesta habitación, el parpadeo de una veladora, hiere las sombras para dejar ver la fotografía de Jesús protegida en cuadros que reflejan cariño, respeto y devoción hacia la imagen que acostumbrada está de escuchar las caídas de quienes habitan aquellos recintos”.
Todavía es frecuente que una pareja de esposo, su primera saluda como tales, la hagan hacia La Merced, buscando encomendar su vida al Nazareno, o bien un pequeño infante es presentado a Jesús de La Merced, a los 40 días de nacido. No es remoto que una blanca novia, ofrende su nupcial ramo de flores a quien escuchó sus ruegos: Jesús. Notables peripecias sufre la anciana abuela, esquivando vehículos en las ruidosas calles, cuando con los nietos acude a visitas a “Su Jesús” imponiendo silencio en el momento de orar, obligando a los pequeños a meditar un “Misterio Doloroso” bajo pena de compararlos con aquellos tristemente recordados “Judíos” y ofreciendo empanadas y melcochas a la salida, en el atrio del templo de la 5ª calle y 11 avenida, según la costumbre cuaresmal”.
Qué dramáticas escenas las que se viven en ambientes criollos, en aquellos solemnes momentos cuando un buen cristiano es “ayudado” a buen morir, acercándosele “un cuadro” del nazareno Mercedario, imagen que seguramente será la que se imprima en la tarjeta conmemorativa de su luctuoso novenario o para “Misa del Mes del fallecido”.
En cuanto a rogativas colectivas, Jesús nazareno de La Merced es el que más registra en la historia del catolicismo guatemalteco. El Lic. Miguel Álvarez Arévalo en su libro “Jesús de La Merced, de Panchoy a la Ermita (1655 – 1778) registra las más importantes:
• Fuego del volcán de 1917. Terremotos del mismo año.
• Plagas de chapulín (1724 y 1774).
• Temblores en la Nueva Guatemala de la Asunción (1785).
• Peste del ganado (1789)
• Langosta en El Salvador (1901),
• Rogativa por la Paz (1857).
• Terremotos de 1976.

Una imagen muy antigua
Lic. Miguel Álvarez Arévalo en su libro “Jesús de La Merced, de Panchoy a la Ermita (1655 – 1778): “… la antigüedad de la imagen se hace notoria en el sermón de su consagración celebrada en agosto de 1717… quiere decir que para ese tiempo la imagen ya se consideraba antigua… o al menos tendría un tiempo mayor de 50 años para que su fama hubiese recorrido el Reino de Guatemala. y también para que en la tradición popular viera ya la leyenda que en resumen afirma que Jesús de La Merced es la imagen más parecida al verdadero Cristo, ya que esta leyenda aún vigente estaba ya arraigada para ese entonces como lo cuenta el sermón arriba indicado…
En el año 1582 fue erigida la Cofradía de Jesús nazareno de La Merced en la Ciudad de santiago de Guatemala. Esta cofradía tenía por objeto primordial celebrar el Misterio de la Pasión de Cristo durante la Semana Santa. Desde un principio se organizaron las procesiones para los días mayores de cada año. En dichas procesiones se sacaba una imagen que era de los padres mercedarios hasta que en el año de 1655 la cofradía tuvo su imagen propia. La Cofradía tenía por obligación celebrar con misa cantada en el altar de Jesús Nazareno las siguientes festividades: La Circuncisión del Señor. El Dulce Nombre de Jesús, Miércoles de Ceniza, los Seis Viernes de Cuaresma, Martes Santo, La Ascensión del Señor, Día de la Cruz, Día de la santísima Trinidad, Día de la Exaltación de la Cruz, Los Siete Viernes del Espíritu santo, El aniversario de la muerte de algún hermano del a Cofradía”. (Pág. 17 y 18).
#Después de 62 años de haber estado expuesto a la veneración de los fieles, Jesús de La Merced fue solemnemente consagrado por el Imo. Obispo Don Juan Bautista de Toledo, el día 5 de agosto de 1717. a este acto asistió la Audiencia, el Cabildo Eclesiástico, el Ayuntamiento, la Orden Religiosa de los Dominicos que apadrinaron la consagración y el pueblo creyente. Pero el realce fue dado por la participación masiva del pueblo y la magnificencia del rito que en aquellos tiempos usaba la Iglesia Católica…. Se colocó al Nazareno, en el centro del Templo arreglado especialmente para el acto. El Obispo llegó a la Iglesia de La Merced a las 8 de la mañana, acompañado por el Sr. Joseph Varón, Dean de la Santa Iglesia, del Sr. Felícito Arrivillaga, maestro escuela, el Sr. Maestro don Carlos de mencos y el Tesorero don Joseph de Alcántara, canónicos; la ceremonia empezó después de que Su Ilustrísima, bendijo el incienso y el pan: Ungió primero la cruz en cinco parte; en los cuatro extremos y en el centro. Fue el Padre Provincial de Santo Domingo don fray Joseph Virón quien sostuvo al que se utilizó para dicha consagración; el R. P. M. Fray Vicente Guerra los algodones; los padres Fray Agustín Cano, Fray Antonio de Arriaga y Fray Damián Regil, todos de la Orden de Predicadores de Santo Domingo tenían el pan y otras cosas de uso sagrado. Después se ungió la imagen, primero en la frente, luego en el pecho, en las manos y en los pies, concluido este ceremonial se cantó el Te Deum”. (Pág. 20 – 21).
“El 18 de febrero de 1721 los miembros de la Cofradía de Jesús nazareno de La Merced se dirigieron al Muy Noble Ayuntamiento de la Ciudad de santiago de Guatemala invitándole a que asistan obligatoriamente a la procesión de la Reseña del Viernes Santo, a la que ya asistían voluntariamente, y para que juraran a dicha imagen como Patrón de la Ciudad, abogado contra los terremotos y las pestes, fuego, agua y otras calamidades que perturbaba a los habitantes… La Ciudad juró a Jesús de La merced como su Patrón el 28 de febrero de 181 de la manera siguiente: El día 28 de febrero de primer viernes de Cuaresma de 1721, como a las 9 de la mañana fue la ciudad con Masas (sus maceros) a hacer el juramento a la capilla de Jesús Nazareno”. (Pág. 28).
El 25 de junio de 1778, el Capitán General don Martín de Mayorga se dirigió al Padre Provincial de la Merced, que en aquel entonces eras Fray Simón de Acuña, con el objeto de ordenarle que trasladase a la Nueva Guatemala de la Asunción a las veneradas imágenes de Jesús nazareno y de Nuestra Señor de las Mercedes…. Al enterarse los habitantes de aquella orden superior, y habiéndose fijado la fecha de traslado, se notó en todos una tristeza indescriptible, una piadosa vecina rogó a los mayordomos de la Cofradía que se descubriese la Imagen del Señor todo el día, pues era costumbre mantenerlo cubierto con un velos, y únicamente se abría los viernes y las fiesta de Cristo o importantes. El 5 de julio de aquel año, se descubrió el altar del Nazareno, desde las seis del a tarde y todo aquel día: “habiendo sido el concurso de gente que no se pudo en todo el día entrar ala Iglesia,. Durante el día siguiente se mantuvo visitado por los fieles; había una música que estremecía el sentimiento de las gentes y, a las seis de la tarde se cubrió nuevamente el altas… el piadoso peregrinaje en el cual fue traslado a Jesús de La Merced desde la Antigua Guatemala a la Nueva ciudad., los días 7 al 9 de julio de 1778. después de haber permanecido en la arruinada capital del Reino por 24 años y más de 200 años en la Nueva Guatemala de la Asunción, siendo parte fundamental de su patrimonio cultural y se su expresión religiosa”. (Pág. 42).
De hecho, Jesús de la Merced tiene una historia apasionante por ser muy antiguo. Ya en la Ciudad de Guatemala de la asunción presenció la Independencia, los períodos liberales y conservadores, la persecución de la Iglesia… llega con el pueblo de Guatemala al siglo XX y lo auxilia en las épocas más duras: Las dictaduras de Ubico, de Estrada Cabrera, el gobierno militar de los 30 años y su consecuente guerra… Ha sido respetado por gobernantes como el caso de Manuel Estrada Cabrera quien nunca se atrevió a pedir su procesión llegase hasta su finca en lo que actualmente se conoce como La Palmita, zona 5. Quizá por el tiempo, porque el Viernes Santo, Jesús sale muy temprano y entra a las 15:00 horas, en el justo momento cuando el verdadero expiró en la cruz. En cambio, la procesión de Candelaria del Jueves Santo fue hecha llegar hasta su casa, lo cual hacía que la misma entrara a las 2 de la mañana del día siguiente. Pero se sabe que el polémico ex presidente siempre estuvo a su lado y lo declaró, como ya se ha dicho, Coronel del Ejército de Guatemala.
A como van las cosas este Coronel eterno, seguirá al lado del pueblo guiándolo hasta el fin de los tiempos. Así como La Antigua se puso triste cuando fue trasladado al Valle de La Ermita, así es inconcebible la vida de nuestra capital sin su Jesús de la Merced a cuya presencia acuden los fieles todos los días viernes y en especial en Cuaresma con la diferencia que ya no hay un velo que lo cubre sino puede se admirado por la transparencia de un vidrio. Quizá sea esta la mejor herencia que tengamos los guatemaltecas de los tiempos de la colonia…

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Wow que increíble, esto con todo respeto es deformar la historia y mal informar a cuantos visitan este blog, Jesús de la Merced es una de las imágenes mejor documentadas, los datos que se dan acá son totalmente fuera de tiempo.
    Con todo respeto no podemos seguir difundiendo datos erróneos, una ejemplo claro es el escritor Victor Miguel Diaz, publico en 1934 su libro " LAS BELLAS ARTES EN GUATEMALA" dando muestra de lo que no se debe hacer como periodistas o investigadores, el aseguraba que Jesús de la Merced era obra de Evaristo Zuñiga, dato ahora comprobado que no es cierto... y asi varios datos que no eran ciertos.

    Estos son algunos datos que se conocen a cabalidad de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de la Merced.
    BURILACIÒN
    1654
    Mateo de Zuñiga

    ENCARNACIÓN
    1654
    Joseph de la Serda


    BENDICIÓN DE IMAGEN
    1655 por Fray Domingo de Yzaguirre
    PRECIO
    65 pesos
    INICIO DE VENERACIÓN
    27 de marzo de 1655

    CONSAGRADO: el 05 de agosto de 1717
    Nombrado Patrón Jurado el 28 de Febrero de 1721
    en 1856 el Presidente Rafael Carrera le confirió el Grado Militar de Capitán General de las Fuerzas.

    ResponderEliminar