miércoles, 6 de marzo de 2013

La Música en Semana Santa



Como paradoja registra la historia el sepelio de Justo Rufino Barrios, perseguidor de la iglesia católica durante su gestión. Originó lo que actualmente son las Marchas Fúnebres de la Semana Santa. En este espacio, al lado de personajes que hacen y son Semana Santa en Guatemala, incursionamos en el acompañamiento musical de los cortejos procesionales a finales del siglo XIX y principios del veinte para enterarnos de los pormenores así como de lo que actualmente es la Música de Semana Santa.
 
La Música en Semana Santa
Por César Chupina, periodista

 
Aquello de la devoción

El Sr. Guillermo Lira ha sido uno de los hombres que poseen mayor cultura y gusto musical en nuestro medio. Su vida se puede resumir en pocas palabras: Antigüeño. Bachiller. Padre de familia. Con estudios de los primeros semestres de Contabilidad, Arquitectura, Filosofía y pedagogía. Ocupante de varios puestos en el trascurso de vida, entre ellos, relacionista público de las hermandades de Jesús Nazareno de La Humildad de San Cristóbal y del Cristo Yacente del Calvario. Directivo de la Escuela de Cristo en su Época de Oro. Colaborador de la Hermandad de Jesús Resucitado de San Felipe. Llegado el momento su devoción fue tal que cargaba cuatro santos entierros al mismo tiempo: Calvario, Santo Domingo, Escuela de Cristo y San Felipe,. “Con amigo –nos cuenta en entrevista publicada en La Revista de Noticias de El Gráfico del 22 de abril de 1992- estamos acá a las 9. Vemos las procesiones. Cargamos. Volvemos a La Antigua y vemos allá de nuevo las procesiones. Una cuando va por el Tanque de la Unión y la otra por El Machen”.
Jorge Mario De León, por su parte, es músico profesional egresado de la Escuela Militar de Música Rafael Álvarez Ovalle. Perito Contador. Con estudios de Arqueología, Miembro de la Orquesta Sinfónica Juvenil en el año de 1988. Participación a nivel religioso artístico como músico y actor. En lo que respecta a cargar comenta que “si bien yo nunca lo he hecho, no ha impedido que me haya dado cuenta de que es una experiencia religiosa muy profunda para quienes lo hacen con convicción real adem.as, se convierte en algo vivificante y en una hermosa tradición a nivel familia”.

 
Con la música

Poseedor también de una valiosa y gran discoteca, don Guillermo empezó sus conocimientos musicales en el seno familiar.”En La Antigua mis abuelos tenían varias casas. En la que ellos vivían había un segundo nivel con un salón espacioso en el que había dos pianos. Educaron a sus propios hijos musicalmente y el gran placer de ellos era que llegaran sus amistades a escuchar a sus hijos interpretar obras de los grandes compositores. Conformaban todos, un sexteto. Mi padre, por ser el más pequeño, ya no actuó allí. Pero esa es la razón de mi gusto por la música. Don Jorge Aguirre Mateu, acuciosa investigado amigo de una tía mía y que encontró el manuscrito del Himno Nacional de Guatemala, me orientó muchísimo…  Por otra parte, en La Antigua uno nace cucurucho le gustan a uno las marchas fúnebres”.
Jorge Mario: “Desde pequeño sentí una atracción innata hacia la música. Sentía la necesidad de ejecutar un instrumento, lo que hizo que me preocupara por aprender. Así empecé a tocar guitarra por mi cuenta, al igual que batería. Luego, inicié mis estudios de música en 1987, donde aprendía a tocar el trombón de vara. Si bien desde antes me atraía la música seria que popularmente se le enmarca erróneamente como música clásica, sin que se den cuenta de que es tan sólo un período en la historia musical, ya en ese momento la música adquirió un mayor sentido para mí, con lo que la aprecié aún más,. Paralelamente me atrajo más la música fúnebre debido a la sensibilidad que tiene, y que también se debe saber ejecutar”.

 
La muerte de Barrios

Don Guillermo: “Yo vivía en la segunda avenida de La Antigua. Atrás queda la Calle de Los Pasos donde vivía el venerable anciano Juan Cáceres que tocaba acordeón. Por la tarde hacíamos alrededor suyo una rueda de muchachos a quienes le encontraba tantas cosas. Entre ellas que les refirieron sus padres que en vez de marchas fúnebres iban cantando en las procesiones. Después de eso, pusieron instrumentos de cuerda. Luego, al acabarse los cantores, empezaron los instrumentos de cuerda a tocar unas piezas llamadas Motetes. Posteriormente, fueron armando más el conjunto. De Cobán llegaban los indígenas con sus grandes arpas que iban en el conjunto. Con las reformas de la Revolución de 1871, al Ejército le pusieron su banda marcial. El primer director fue un alemán y el segundo, un italiano. Al morir Barrios en Chalchuapa, traen el cadáver a la capital para efectuar un entierro muy solemne en el cual iba el Ejército y sui bando marcial que ejecutó dos marchas fúnebres. La de Chopin y de Carlos Lattan titulada “Dolor Consuelo y Alegría”. Los directivos de las hermandades, siempre a la pesca de lo que les puede ser útil para las procesiones el hablaron al Gral. Martin Barrundia, Ministro del a Guerra para que les prestara la banda y así poder amenizar las procesiones de Jesús de La Merced y de Santo Domingo que en ese entonces eran las grandes procesiones de la Semana Santa. ¡Naturalmente que entonces los itinerarios eran más cortos que los actuales! Era cuestión de 20 o 24 cuadras. De allí., surgen nombres famosísimos de autores: Brígido Porres, Demetrio Miranda, Mónico de León, Julián Paniagua, Eulalio Coronado, Salvador Iriarte, Santiago Coronado, Alberto Velásquez Collado, Fabián y José Rodas, etc. al principio era para la gente muy abrupto cambiar la dulzura de los instrumentos de cuerda por la fuerza de los viento,. Hubo señales de protesta. Pero, poco a poco, le fue gustando a la gente,. Pasaron los años y vinieron otros autores de marcha fúnebre guatemalteca que se caracteriza, en comparación de la española, por ser triste, sentimental… Tal vez porque refleja el sentimiento del pueblo…”.
Jorge Mario De León: “Frente al os instrumentos de cuerda, los instrumentos de viento tienen la ventaja de que se pueden desplazar más, y la fuerza que tienen les permite una mayor proyección del sonido. Además, se adaptan más a los cambios climáticos. Por ejemplo, si un violín es expuesto a la lluvia corre el riesgo de perder su sonido; por el contrario, una trompeta puede ejecutarse igualmente bajo la lluvia que bajo el sol. Al respecto de esto, hace unos años, siendo Jueves Santo, iba el cortejo procesional de la Iglesia de candelaria. En ese momento, cayó fuerte aguacero. Los músicos siguieron tocando el resto del trayecto. Imaginemos que hubiera sucedido si hubieran sido instrumentos de cuerda… En los años 50 y 60 fue el apogeo de la composición de marchas fúnebres por parte de compositores nacionales, y conversando con algunos músicos de esa época. Fue como me enteré de que el afán de componer surgía de una especie de competencia, y no por dinero precisamente. A la larga lo que hizo eso fue coadyuvar a enriquecer el repertorio de marchas fúnebres que se tiene. Y si bien se han seguido estrenando marchas fúnebres, ya no lo es en la misma medida que en esos años. En la actualidad, el repertorio de marchas fúnebres guatemalteca es tal, que abarca alrededor del noventa o noventa y cinco por ciento de las que aparecen en los programas de marchas fúnebres que las hermandades y cofradías preparan para los distintos cortejos procesionales.

 
Innovaciones

Don Guillermo Lira se caracterizó por ser innovador. En 1989 “la hermandad de Jesús nazareno de La Humildad del Templo de San Cristóbal dispone que en vea de los instrumentos vaya el órgano, instrumento clásico de la Iglesia. Actuó el maestro no vidente César augusto Hernández, acompañado de otros pocos instrumentos. No todos estaban contentos. Hice una encueta en la misma procesión en la mitad del trayecto. Desde San Cristóbal hasta La Merced de las 12:00 horas hasta las 16:00. Se le preguntó a más de 200 personas (cucuruchos, personas que veían pasar, turistas, etc.) de los cuales el 7% estaba absolutamente en contra; al 12% le era indiferente y el resto era muy favorable. Naturalmente, las demás hermandades no lo han hecho por no imitar. Pero lo harán porque los emolumentos de los músicos con sobrada razón han crecido. Además, es cómodo tratar con poca gente…”. Pero en la Hermandad del Calvario en Guatemala hizo, don Guillermo, antes innovación con aparato estereofónico y fanfárreas. “Si, en el año del aparato, los músicos pidieron el triple del año anterior. Pero el Viernes Santo llovió lo que hizo tuviera un accidente quien iba a manejarlos. Así que lo manejó alguien que no sabía nada de mezcladora, tonalidades, etc. sin embargo, tuvo gran aliciente entre la juventud ya que el año siguiente hubo necesidad de agrandar el anda por la gran cantidad de muchachos que fueron atraídos…”.
Jorge Mario: “Actualmente de las procesiones tradicionales en la capital, varias son las que ponen fanfarrias al inicio de la procesión.  La cantidad de músicos integrantes varía dependiendo de la procesión que sea. Esto incluye recursos y prestigio, además de la tradición, tenemos, por ejemplo, el caso de la Procesión de la Reseña, que sale el Martes Santo,.. Sale con la banda más grande (75 músicos con la imagen del Señor y 35 con la de la Virgen) de todas las de la semana. Luego, sigue la de San José (Domingo de Ramos). Por lo general, el anda del Señor es la que tiene una banda más grande con relación al anda de la Virgen. Los instrumentos que son utilizados en una banda de procesión son prácticamente los mismos que integran una banda civil o militar: Pícolo (una flauta pequeña y de sonido agudo, se usa en grupos mayores de 15 integrantes, y sólo uno debido a que lo agudo de su sonido le permite proyectarse bastante bien); clarinetes, trompetas (son más numerosas debido a su volumen y a que tienen la melodía principal), tenores, barítonos (ocupan en una banda la función del violoncello en la orquesta y, generalmente, son menos), 2 o 3 trombones, (los que tienen una función armónica y melódica en el momento de reforzar y compenetrar a los tenores y barítonos). Los bajos (son importantes para una banda en el sentido de que contribuyen al fundamento de la armonía. Al igual que con los trombones y los demás instrumentos, la cantidad de bajos variará dependiendo del tamaño de la banda). Percusión (incluye redoblantes, bombos, platos). En percusión podríamos incluir lira y timbales, sin embargo se utilizan en los grupos mayores. Esto, además del director quien por lo general también es el contratista. El es el responsable director ante la hermandad o confradía de organizar la banda de músicos. Los honorarios de un músico variarán de acuerdo a la época del año de que se trate. En el caso de Semana Santa, los honorarios aumentan tomando en cuenta la demanda de músicos que se da. Hay que considerar que generalmente son músicos que han estudiado en alguna escuela de música, por lo que son netamente profesionales; esto es, que no sólo viven de ello sino que lo hacen bien. En cuanto a categoría y proceios de contrato llaman más la atención a los músicos de las procesiones de Guatemala que de la Antigua ya que en la capital es más remunerado y se hace de manera más justa., como en todo, entre los contratistas, hay quienes hacen marufias pero hay quienes trabajan muy bien… Jorge Mario trabaja con Pedro Donis quien es el único que trabaja hasta este momento con contrato legal. Para que a uno lo contraten –concluye Jorge Mario en esta casilla- primero es convocado y, luego, se entiende con el contratista y no con la hermandad”.

 
Consideraciones finales
Se argumenta que con el crecimiento de las procesiones se ha perdido la devoción. Según don Guillermo Lira en la entrevista mencionada no es así. “Lo que pasa es la población ha creció. En La Antigua hay días que entran más de 25 mil vehículo (cifra de 1992). Antes, los que llegaban eran unos 50 o 100”. Como testigo de la evolución de la Semana Santa, don Guillermo opinaba en dicha entrevista que ésta va a engrandecerse más, lo cual se cumplió. Lamentablemente, la labor espiritual no va al compás de la labor física. Aumenta el culto externo, herencia prehispánica e hispánica ya que tanto indígenas como españoles eran partidarios del mismo. Pero el espiritual no va al mismo ritmo. Puede que en futuro si peligre la devoción. Un pueblo sin tradiciones es un pueblo sin alma. Si se le quitara a Guatemala la semana Santa sería como quitarle los ojos de la cara a la Patria. Por ello, recomiendo a los quijotes de las hermandades que sigan con sus empeños de servir a Dios ya que así como nuestros antepasados lincharon los de hoy y los que viene deben seguir luchando por no perder la devoción en esta tradición tan bella y sublime que nos distingue…”.
Jorge Mario: “La Semana Santa en Guatemala es una tradición muy rica y que de una u otra forma atrae ojos de nacionales y extranjeros. A pesar del esfuerzo que hacen personas que no comparten la fe católica, los recorridos procesionales son cada vez más largos así como lo son las andas, ya que no se batan para el aumento constante de cargadores. Esto nos indica que la tradición se mantiene y se consolida constantemente. Es de resaltar que hay personas que no son católicas., pero van las procesiones para escuchar las marchas fúnebres. Apreciémoslo y disfrutemos esto, ya que tanto las andas como la música son auténticas obras de arte... Me han contratado desde que entré a estudiar música en las bandas… dejé de hacerlo por 3 años seguidos y volví luego para disfrutarlo. Más que un trabajo es una hermosa vivencia. Antes, cuando apenas conocía de las marchas, apenas me gustaban. Pero no era concreto en mi apreciación hasta que las estudié y las interpreté. ¡Son algo realmente único!”.

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Cuaresma y Semana Santa en el Centro Historico de Guatemala


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