miércoles, 6 de marzo de 2013

El Arte en Semana Santa: La forma en que se une el pueblo




La semana santa en Guatemala no es sólo una simple tradición sino es el contacto del hombre con la naturaleza y el arte. Con sus frutas, sus flores, consigo mismo en la meditación, con sus hermanos y sociedad en la confección colectiva o al portar en hombros las imagines. Trasciende el aspecto religioso tal y como lo vemos en este espacio.

El Arte en Semana Santa: La forma en que se une el pueblo
Por César Chupina, periodista

La naturaleza y…


Luis Lujan Muñoz en las paginas 9 y 10 de su libro “Semana Santa Tradicional en Guatemala” dice: “Para los guatemaltecos la Cuaresma, pero particularmente la Semana Santa, están asociadas con la época más calurosa del año, que se caracteriza por la presencia de clima que hace que el paisaje circundante parezca envuelto en una tenue nube de vapor, que en las áreas rurales se origina en las quemas o rozas de las tierras que están preparándose para la siembra. La vegetación y el follaje se ven frecuentemente resecos, pero hay un florecer en el que parece predominar el color morado de las túnicas de los Nazarenos y de los cucuruchos. De esta manera, lo mismo la flor del chocón, de apenas hojas y definido color lila que se le ve a la vera de los caminos como los árboles de Jacaranda, se llena de flores de morado, menos intenso pero delicado color. Las buganvillas de varios colores también se encuentran llenas de flores entre los que sobresalen precisamente los de morado intenso. Y hay flores que tienen en su nombre la asociación clara con la Semana Santa, como esas bellas flores que crecen en os arbustos y que se juntan como en pequeños surtidores, que se las llama popularmente nazarenos. O las orquídeas que en penumbroso recogimiento reproducen el color simbólico de la Semana Santa y que se llaman Sacramento. En Huehuetenango, los campos se llenan de una especie de lirio silvestre de pálido rosa, que les han llamado Cuaresma. Y qué decir de la flor llamada Estaticias, Siempre Viva o Inmortal, cuyos pétalos tienen la consistencia como el papel de China y que usan para adornar los ramos que venden a las entradas de las iglesias los domingos de esa nombre, compartiendo con el corozo y las espigas de trigo la decoración de estos emblemas que todos los fieles que concurren a un misa llevan consigo mismos”.
Como lo señala el destacado escritor guatemalteco. El país de la eterna primavera se viste de gala para la Semana Santa, escogiendo precisamente el color morado. Un morado que no es impuesto y que surge con la misma naturaleza. Naturaleza que nos llena de flores y frutos. La Semana Santa en Guatemala no es sólo una especie de tradición sino es el contacto del hombre con la naturaleza y el arte. Con sus frutas, sus flores, consigo mismo en la meditación, con sus hermanos y sociedad en la confección colectiva o al portar en hombros a las imágenes. Trasciende el aspecto religioso. Algo único para los cinco sentidos de propios y extraños. Leemos de nuevo el libro de Lujan Muñoz: “Y ello nos lleva a recordar la presencia olfativa tan característica de Semana Santa, con el aludido corzo cuyo intenso y penetrante olor se encuentra presente en las iglesias, pues no solamente se venden en pequeñas porciones al ingreso, sino que sus enormes ventas abiertas decoran los altares, huertos, sagrarios, llenado el ambiente de su característico a Semana Santa. Asimismo, la memoria auditiva nos vendrá a recordar el ruido chirriante y persistente de los chiquirines, las marchas fúnebres de los desfiles procesionales y el sonido repetitivo y seco de las grandes matracas de Jueves y Vuiernes Santo. Así, pues la Semana Mayor tradicional en Guatemala podemos resumirla diciendo que se caracteriza por el recogimiento religioso, el calor, las aglomeraciones en las multitudinarias procesiones, el olor a corozo e incienso, el canto de los chiquirines y el sonido de marchas fúnebres y matracas, el color morado vibrando al sol equinoccial, y el sabor marino del pescado, con el frescor de los frutos tropicales. Aunque las manifestaciones anteriores corresponden a centros urbanos como la ciudad de Guatemala,. Quetzaltenango y Antigua Guatemala, también se observan representaciones vivas de la pasión en los que los vecinos se convierten en protagonistas…”. (Pág. 10)

Cocina

En su ya mencionado libro Luján Muñoz comenta: “También las grutas son abundantes y características y aportan su fresca presencia para esos días: pacayas, sandias, melones, jocotes llamados coincidentemente de pascua y de maratón, mangos, diversos cítricos, todos para preparar bebidas refrescantes a las que se añadieran las granizadas, así como los hechos especialmente para la Semana Santa como el jox de Totonicapán, frutas que apetecen para ser engullidos directamente, recién cortados o comprados de los mercados que están pletóricos en ellas”. (Pág. 10)
Durante la Cuaresma existen varios platos tradicionales que están relacionados con los preceptos religiosos que prohíben el consumo de la carne durante los viernes, situación que ya no es tan estricta en la actualidad, dejándola únicamente para Jueves y Viernes Santo. “Antes esto era muy estricto, comenta doña Laura Reyes de 88 años, porque si uno comía carne los viernes era pecado… si uno se bañaba los viernes de Cuaresma se volvía pescado… Ahora todo ha cambiado, pero la comida principal de los días mayores es siempre la misma aunque los Viernes de Cuaresma se acostumbra a comer más pescado que en otra época… Y es que el pescado es uno de los animales que ha estado más cerca de Jesús. En la Santa Cena, en los milagros que hizo, cuando los multiplicó…”.
Dentro de los platos tradicionales doña Rosita Campo de ventura enumera:
Flor de izote hecha de muchas formas y sobretodo envuelta en huevo
• Curtido
• Torrejas
• Dulce de chilacayote o de ayote
• Molletes
• Pan dormido de Costa Cuca
• Garbanzo en dulce
• Bacalao a la vizcaína y a la veracruzana
• Ensalada de pescado seco
• Sardina enlatada, lo más común según doña Rosita, que puede ser con tomate o picante de aceite

Alfombras

Dentro de las cosas más llamativas en Cuaresma y Semana Santa esta la coinfección de alfombras, lo cual es tradicional en el recorrido de las procesiones y algo arraigado ya en muchas familias. Toda procesión tiene sus alfombras que caracterizan cada cuadra. También estas son utilizadas en los sagrarios, hueros y o altares de las iglesias.
Llama poderosamente nuestra atención una alfombra confeccionada por artistas en La Antigua Guatemala. Jack Leeth reunía a diversos miembros de la comunidad artística e internacional para que sometieran diseños a una votación. Para la selección del diseño se tomaba en cuenta su posible realización durante la mañana y tarde del Viernes Santo, ya que la procesión pasaba frente a la casa que vivía a medianoche. La alfombra se construía frente a la residencia de Leeth, la cual gozaba de fama pro su buen gusto y apreciación por las artes. Dentro del os invitados que daban bocetos figuraban personajes como Guillermo Monsanto. Rae Leeth, Luis Escobar, Edwin Guillermo, Carla Scardigli, Ricardo Orestes Sánchez, Raúl Piedrasanta, Eduardo Rosales, Arturo Maldonado, Rigoberto Castañeda y Sergio de Gandarias,. Ricardo Orestes, de origen cubano, logro aportar diseños ganadores durante dos años consecutivos. Después que se escogía el diseño, se proseguía a cernir y teñir con añelina el aserrín durante los siguientes días antes de la Semana Santa. Para los motivos repetitivos, se recortaban plantillas de madera comprimida o plywood. En esta forma contribuía Jack Leeth a elevar la artesanía de la alfombra de aserrín a una digna expresión de arte conceptual que cada año se destruía con el paso de la procesión que se dirige hacia la escuela de Cristo.
En la capital, el maestro Rubén Morales Monroy, director de la Academia dramática de dicha institución, en su calidad de católico y cargador de Semana Santa realizo en los últimos años de su vida alfombra para la procesión de Santo Domingo que pasaba enfrente de la entidad. El primer año que la realizo comento: “Nos comunico la directiva de la Hermandad que iba a pasar aquí enfrente, lo cual ha sido todo un honor debido a que tras 75 años de la UP, pasa por primera vez. Hicimos entonces una campaña con nuestro alumnado, las muchachas del Colegio Belga y los dueños de la Cafetería El Bombón. Hicimos una alfombra diseñada y realizada por los alumnos (encargamos el diseño con el tema del anda a un grupo de señoritas y caballeros) de teatro con aserrín, pino y flores. Por cuestiones de tiempo no cubrimos la cuadra. La UP aporto Q350.00. El día de la Consagración de la Virgen gastamos Q200.00 porque la alfombra fue sólo de pino y flores. Después de pasar Jesús, miembros del a Directiva, muy satisfechos, nos dieron un diploma para estimularnos”.
Don Manuel Cruz, perteneciente a la Parroquia de El Gallito, zona 3 trabaja en la iglesia de este barrio como Coordinador de Sectores. Todos los años en la procesión del Cuarto Domingo de Cuaresma elabora una alfombra en la esquina del lugar donde reside. La misma lleva de hacerla más de 50 años. Para el efecto nos cuenta que primero se piensa (dos meses antes) el diseño de acuerdo a la alegoría de las andas. Basado a eso hacemos moldes y teñimos aserrines y si van de flores vemos qué material escogemos. Lo que más lleva tiempo es teñir aserrines… Toda mi familia participa para seguir la tradición. Para mi la realización de la alfombra es un acto de fe y una tradición al mismo tiempo…”.

Dramatizaciones

Ya hemos mencionado en torno a las dramatizaciones en el interior de la Republica. Yo, en lo personal, realice por siete años consecutivos una basada en el Evangelio de San Lucas. Como no la presentábamos en un solo lugar heredamos la tradición en El calvario, El Gallito, Centro Histórico, Colonia Santa Luisa, zona 6; Villa Nueva y otros….

Huertos, altares, andas y sagrarios


Dentro de las expresiones artísticas de semana Santa se cuentan los huertos, los altares, las andas y sagrarios. Para su confección existen verdaderos especialistas como lo fue Víctor Monzón y don Antonio Pereira, guardianes de la tradición. Este ultimo, promotor de la religión católica a través de actividades culturales varias en las cuales se involucra toda su familia. Su hijo, Cristian, recientemente fallecido en un accidente, estudió con el maestro Giovanni Buendía del grupo Fátima que hace los adornos de San francisco El Grande y San Felipe de la Antigua, para las procesiones de Jueves y Viernes Santo en dicha ciudad. Recordado es todavía el huerto que hacían por casi una década para el Justo Juez en Catedral. Este lo empezaba a planificar desde enero y todo era esfuerzo de su familia y donaciones que conseguían. Sin valorar esto, la curia elimino la tradición. Don Víctor, por su parte realizo por mas de veinticinco años su altar familiar, el cual dejo de hacerse al fallecer el. Don Manuel Cruz también hace un huerto en su casa desde que nació. “Es herencia de mi mamá”, nos dice. “La imagen de devoción de mi familia es el crucifijo que perteneció a mis abuelos. En eso también siguen mis hijos y nietos…”.
Don Manuel también nos cuenta en torno a la elaboración del Sagrario en Jueves Santo y altares de velación de Jesús de El Gallito: “Ambos son realizados por la Hermandad. Esto se complementa con el lavado de los pies. Algunos años he participado en la elaboración del adorno para las andas del Cuarto Domingo de Cuaresma. En cuanto al huerto llevo fruta porque nos piden esa colaboración a todas las comunidades. Después que sirve esa fruta para que no se pierda se mandan a los hospitales…”.

Cucuruchos (corte y confección), cargadores… ¡poesía!


Don Manuel Cruz nunca a sido cucurucho pero siempre ha cargado de particular: “lo hago en Capuchinas (salida) y en la del Gallito (también salida). Cargo, además, en la procesión de Jesús Nazareno del a Caída de san Bartolomé Becerra, aldea de la Antigua Guatemala. Para mi cargar significa una penitencia que yo mismo me impongo. Una de las gracias que he recibido por esto es mi trabajo que nunca me ha faltado. Cuando uno esta en la Iglesia se nos hace la vida más suave, no se sienten tan pesados los golpes que nos da la vida… Desde que estoy en las comunidades me siento más cerca de Dios. Esto se acentúa con el hecho de pertenecer a un barrio tan tradicional como lo es El Gallito. Se llena uno de gozo ver que todos trabajan en esos días, el ahínco con que hacen las cosas, etc.… Se mira el optimismo ya que existe verdadera hermandad en todas las actividades. En el caso de los nacimientos y las alfombras es cuando se une más el bario. Para mi Guatemala no tuviese identidad sin estas tradiciones y estaríamos mas perdidos en ese sentido: es necesario tener las mente ocupadas para que no haya mucha maldad…”.
Don Antonio Pereira pertenece ala Hermandad de a la Recolección desde hace 34 años: “mi esposa, Olga Isabel Navarro Conde era evangélica cuando empezamos mi hijo (6 años) y yo a cargar a Jesús. Mi hijo llevaba el incensario. A pesar de que el niño es asmático el humo del incienso no le afectaba. Pero teníamos un problema: Ella tenía que andar con el carruaje de la niña de 6 meses mientras iba en la procesión con Cristian. Muchas veces no lo podía ver. Ella tenía que caminar mas y mas cuadras hasta que alguien le dijo por qué no se mete en las filas de las damas, va en la procesión y verifica al niño. Fue así como ella regreso a la religión católica y cómo en agradecimiento hemos venido tomándosele cariño y agradecimiento a las imágenes de Jesús. Ella hace las túnicas de Jesús., ha cambiado tres veces a las Vírgenes de Jocotenango parta la procesión del Tercer Domingo de Cuaresma… de San Francisco El Grande. El Viernes de Dolores, ha vestido a la Virgen de la Merced… Inicialmente nuestra actividad era aquí. Pero tuvimos la opción de ir allá porque nos gusta ir y las hermandades son mas accesibles y no tan celosas cómo las de la capital…”.
Don Antonio se programa muy bien para combinar el cargar con todo lo demás que hace en estas fechas: “Es cierto que es sacrificado y cansado pero lleva una satisfacción muy grande con mas de 40 años de cargar en la Hermandad de santa teresa y 34 de cargar en La Recolección. Me siento feliz porque he dejado una semilla en la tierra y los frutos se vieron porque mi hijo se volvió altarero. Cada año aprendía nuevas técnicas en cuanto adorno de procesiones. En cada turno doy gracias a Dios por una oportunidad más de poder cargar a Jesús y todo lo que El ha hecho por mi. En Santa teresa cargo de particular y en La Reco con uniforme de Nazareno el Sábado de Ramos y capa del Santo Sepulcro el Viernes santo. Para mí esto es un honor. La satisfacción de llevar el uniforme implica la ética en la procesión, el optimismo de dar a conocer la catequesis por medio de la misma y la esperanza de que los feligreses que van en el camino de conviertan. Ese es el verdadero sentido de la Semana Santa…”.
Al finalizar semana Santa, don Antonio colabora con la exposición “Cuaresma y semana santa en La Recolección”. Participan todas las hermandades departamentales y capitalinas. Por una semana se expone. ”De allí comenzamos con la actividad de los nacimientos” a los que organizaba en el pasado una visita con fines caritativos. “Es bueno estar siempre en contacto con las cosas del Señor porque El nos bendice. Además, alguien decía la vez pasada que cuando una ciudad no tiene tradición no tiene el sentido de ser una ciudad. Creo que nosotros los valores que tenemos debemos agrandarlos mas porque este fervor es lo que hace de Guatemala algo nuevo, algo de paz, algo de felicidad…”.dentro de los curcuchos y cargadores hay muchas personas famosas. Así vemos en los cortejos procesionales a personajes del mundo cultural guatemaltecos como Ángel Arturo González (en La Antigua), Luis Lara rosales, Rosita Campo de Ventura, Atala Valenzuela, Carlos de Triana, Byron Baldosón, Flor Rivera, Felipe Valenzuela, Mayra Garzaro, Armando Rivera, Rolando Letona, Xavier Pacheco, Manuel Ocampo, etc. Muchas hermandades hacen turno especiales como las comisiones de entrada que organiza la Asociación de san José en la procesión del Domingo de Ramos y en la que hay muchos comunicadores sociales. Iván Masaya es devoto cargador desde muy niño. Además, escribe poesía dedicada a la Virgen de Dolores de Santo Domingo y a la de La Parroquia Vieja, sus favoritas. A esta última escribió:

¡Ave Maria!
resuena en mi alma
y olvidar no podría
que tú eres la calma

Tierno destello
bendita virtud
regalo del cielo
Gracia en plenitud

Triste mirada
amargo sendero
por Dios destinada
servirte yo quiero

¡Oh! Madre valiente
celeste princesa
permite que siempre
alabe tu nobleza


La Semana Santa en Guatemala es la única época donde todos se unen y donde se manifiesta nuestra identidad ya que el pasado parece haberse detenido en la misma para expresar cada uno de los elementos en los que nos hemos detenido en este espacio. De la música nos ocupamos en otro espacio…

Haga clic en la siguiente enlace  para ver el álbum didáctico que de esta época realizó la Red del Centro Histórico para deleite de todo el mundo. <
Cuaresma y Semana Santa en el Centro Historico de Guatemala

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