sábado, 5 de septiembre de 2009

Characotel: Personas que se convierten en animal



¿Verdad o ficción? A saber. Increíble si y cuestión cultural, sin duda. En Guatemala, muchas personas se convierten en animal. Nuestra antropología así como registra el anualismo también registra el characotel. Este último, se refiere a las personas que suelen convertirse en animales. ¡Realidad o mito? Es la eterna constante ante lo que sufren muchas personas. Nuestro lector (a) puede ser uno de ellos sin saberlo… debe estar alerta si alguna vez ha despertado en un lugar extraño donde nunca se quedó a dormir o si le han aparecido en el cuerpo señales de alguna paliza que jamás le dieron… marcas… moretones…. heridas… ¡cuidado! Usted puede ser un characotel…


Characotel: Personas que se convierten en animal
Por César Chupina, periodista


El hombre que se convirtió en gorila

Se llama Lauro. Tiene aproximadamente 48 años. Anda de casa en casa pidiendo comida. Deambulando por las calles de Tecpán Guatemala. Poco a poco ha recuperado su forma humana. De gorila sólo le han quedado las facciones. La agresividad, se le fue. Ya no es necesario tenerlo enjaulado y darle la comida como si verdaderamente fuera un animal.
Sin duda a Lauro, cuando se recupere del todo –si es que se recupera- ya no le van a quedar ganas de volver a abrir unos libros para comunicarse y tener pactos con el diablo. Como aquel que, enojado, le rompió su mamá mientras él estaba convertido en mono. Por lo que ya no pudo volverse gente otra vez. Al menos, eso dice el comunicado social Manuel Colorado.

En Sololá es donde más pasa
La actriz Ligia Méndez nos cuenta que en aquellos pueblos indígenas de Sololá es donde más se da esto, al igual que en algunas partes de El Quiché y Sacatepéquez. Cierta vez resultó una señora herida y ¡qué coincidencia! Que en la noche anterior habían apaleado a un animal que se metió a una casa. Y esa señora estaba herida, ¡precisamente! donde le sonaron al animal. Por eso empezó a rumorearse que ella es una characotel. Que se convierte en animal.
Lo que pasa es que nadie ha visto con certeza quienes son los que se convierten en animal. Por ello, lo que se dice son solo rumores. No puede asegurarse nada… Ahhhh, pero eso si: Todos saben como su cede, la metamorfosis… Se desnudan. Muerden un hueso y dan tres vueltegato para adelante. Y tres para atrás. Luego, dicen una oración en lengua. Esta oración nadie la sabe. ¡Solo ellos! ¡Los que se convierten! Por cierto que Characotel es un termino en lengua tzutuhil que significa “hombre que se transforma”.
Cuando están convertidos en animal se van a las casas. No son malos. Pero se meten a robar animales. La gente los reconoce porque levan un pañuelo rojo en e, cuello, con Palo de Sauco se les aporrea para volverlos a convertir en gente. Por eso es que hay mucho Palo de Sauco en Sololá.

Un hombre encarcelado por matar a otro convertido en gato
El estudioso de la cultura guatemalteca, Lic. Celso Lara nos cuenta que “en Santiago Atitllán hubo una vez un asesinato y el asesino alegaba que lo que había visto que esta sobre su casa y que rodeaba sus plantas era un Characotel en forma de gato. Que se transformo en hombre después del disparo, por supuesto fue condenado por las leyes mestizas aunque las indígenas lo absolvían y comprendían la situación…”.
Pero ¿qué es un Characotel? Según el estudio “La posición de los Characoteles en el mundo espiritual de los nativos de san Pedro la Laguna” de Juan José Hurtado V.: “los Characoteles son seres humanos, hombres y mujeres (aunque por la información recogida esta situación se da más en mujeres) que tiene la habilidad mágica de transformarse en animales, esta transformación ocurre casi exclusivamente en la noche. Una persona que ya en su destino o “suerte” trae la condición de ser Characotel, lo cual es mandado por Tata Dios”. Su misión es asustar o espantar a la gente, a aquellos desafortunados que los encuentren… en si mismos no son buenos o malos sino que simplemente existen y en cierta forma son excusados por los demás y no se les responsabiliza por sus acciones ya que cumplen una misión…”.
“… Characoteles pueden tomar el cuerpo de un ser humano, es decir que el espíritu de un Characotel toma una el cuerpo de otra persona… Characoteles en forma de animales pequeños tales como gatos, perros, tacuazines, cerdos son muy peligrosos pues de pasar corriendo entre las piernas del a victima, esta moriría en el curso de tres o cuatro días…”.

¿Cómo reconocerlos?
La apariencia del Characotel, generalmente, “es siniestra”. Nos dice el estudio mencionado, “a veces se ven claramente como un animal perfectamente identificable pero su comportamiento es poco usual o anormal (ejemplos: perros comportándose en forma extraña, gatos maullando y con el pelo erizado, chompipes en actitud de atacar, etc.); los Characoteles producen miedo, temor, un animal usualmente no lo causa pero cuando es Characotel si. Los Characoteles en forma humana caminan por lo general junto a muros y paredes a lo largo de las calles, escondiéndose en la sombra. En San Pedro la Laguna es usual que la gente en la noche camine en el centro de las callejuelas para evitar ser confundido o tomado por Characotel. La gente piensa que los Characoteles se conocen entre si y que tienen reuniones en lugares secretos y que pertenecen a una organización diabólica…”.

Fusión india hispana
El Lic. Ceso Lara nos dice que Characotel “es una especia de Nahual que en sus concepciones tienen muchos aspectos de tipo prehispánico. El Nahual es un animal que nace con uno y lo protege. ¡Una especie de Ángel de la Guarda! También el Characotel esta relacionado con las transformaciones de las brujas europeas. En otras palabras, Characotel es un ejemplo muy claro del sincretismo cultural entre el mundo prehispánico y la cultura española”.
¿Los mas comunes? Según don Celso Lara son “el venado que es netamente mítico y que lo encontramos en el Popol Vuh. También, el conejo. El que más he encontrado es el cerdo o coche. En menor numero, el gato”.
Lara explica que todo esto encierra un concepto sumamente profundo que implica “un nivel de equilibrio donde la naturaleza, lo espiritual y lo natural están conjugados., significa el traslado de los antepasados hacia la vida cotidiana. Es muy importante porque le da equilibrio al mundo social, al mundo individual y al mundo espiritual de la comunidad… Fue hecho para mantener ese equilibrio…”.

Convertida en cuervo llegaba a su casa
En Oriente también existen muchos casos de personas que se convierten en animal. El teatrista Ovidio Gálvez nos cuenta la siguiente historia: “Me iba a casar. Pero me di cuenta que la muchacha y yo no éramos compatibles. Nunca me imagine que era hija de una bruja, Ella, la suegra, quería que nos cazáramos. Era muy amable conmigo. Pero yo nunca supe que era bruja. Decía que yo era el indicado paral a hija y nunca acepto que la unión ya no fuera posible., la muchacha estaba de acuerdo pero la madre no. Algo absurdo como si yo me fuera a casar con ella y no con su hija.”.
Lo cierto es que paso el tiempo. Mucho tiempo. Ovidio se estableció en la capital de Guatemala. Ya casi se le había olvidado el asunto cuando de pronto todo empezó a salirle mal. “La mala racha me perseguía. Todo parecía como lleno de mala suerte lo que quería hacer bien salía de manera contraria y lo que planificaba no tenia seguimiento. Empecé a sospechar que me estaban trabajando. Pero jamás me imagine que era la bruja, la que iba a ser mi suegra”.
Lo mas interesante de todo es que un cuervo empezó a ir a posarse sobre el lazo del patio donde Ovidio y su hermana, con quien vivía, colgaban la rompas. “No me hubiese llamado la atención si el animal no escogiera solo mi ropa para pararse. Al principio creímos que era coincidencia. Pero no. Poco a poco, le hicimos pruebas y nos dimos cuenta que era mi ropa y ¡sobretodo! Mis calzoncillos los que le gustaban al ave para pararse. Eso ya significa algo: Que si me estaban haciendo cochinadas. Empecé a averiguar por que me iba tan mal y si tenia relación con ese animal quien o dejaba de darme miedo y desconfianza. ¿Y que creen? La bruja me estaba trabajando y convertida en cuervo llega a la casa a ver que tal me iba. Era ella. Cuando se dio cuenta que yo ya sabia… ya no llego. Sin duda se dio cuenta que iba a atraparla y a darle su merecido mientras estaba convertida en cuervo. No hubiera sido tan sencillo. Pero hubiese podido hacerle algo a esa vieja mañosa que no aceptaba que su hija y yo no nos íbamos a casar… Cuando se alejo el animal y me quité el trabajo de encima todo empezó a cambiar en mi vida”.

Algo que puede ser problema
Lo que tenemos que tener claro en esto de los Characoteles, donde las personas se convierten en animal, es que las personas si se vuelven animales y no solo adoptan la posición o conducta de los mismos como ocurre con algunos enajenados mentales o victimas de posesión diabólica.
“Yo no sé, nos cuenta Juana. Dicen que mi abuela era bruja y quería heredarme los poderes. Pero a mí nunca me dijo nada. Lo cierto es que de la noche a la mañana empecé a sufrir de esto. Ella ya llevaba buenos años de difunta. Es lo peor que pudo haberme pasado. Mi familia si entiende porque saben que traemos una misión. Pero a mi no me gustan nada esa misión. Es re feo saber que una se vuelve chunto, (pavo o chompipe) y en vez de que se rían de uno… como nos pasa con cualquiera de estos animales cuando se inflan y dan sus alaridos que son chistosos… a la gente se le eriza el pelo, le da miedo y uno si les pasa por las canoillas se tengan que morir. A mi esta babosada no me gusta pero tengo que aguantarme, yo se que la nana no me quería hacer daño y no fue ningún hechizo de ella por lo que me volví así sino que ya son condiciones de los venimos con misión. Creo que me va a durar hasta que me muera o me maten las gentes que asustamos. La verdad es que me gustaría no hubiera sido así y en vez de ser la que espante que me metan a mi los sustos que tomando agua de ceniza se le quita a uno y ya. Pero esto es de por vida. Mi marido me cuida cada vez que me pasa a mi eso. No es siempre pero cuando pasa anda detrás del chompipe porque me pueden llevar a la olla o hacerme algo como patearme o que se yo. O tal vez se le ocurre a otro chompipe hacerme el amor y esta fregado poner huevos…”.
¿Conoce Usted a algún otro Characotel?, indagamos para ver si ellos se conocen y forman organizaciones. “No tengo ni idea. Pero si le miro uno, le aviso”. ¿Cómo podría ser eso… se saben reconocer entre si? “Si. Yo creo que si. Uno podría saber quien es. Me imagino aunque nunca me ha pasado. Pero se que si. No me pregunte como pero se que si. Ahora que me lo dice me gustaría conocer a alguien para no sentirme tan sola”. ¿Dice alguna oración cuando se transforma? “Si. Pero no se la puedo decir”. ¿Y quien se la enseño? “Ninguno. La primera vez que me paso la cosa se me vinieron a la mente las palabras. Como si alguien me las hubiera dicho. No es que oyera a alguien diciéndome nada. Pero es como si alguien me las hubiera dicho y yo las recordara. También recordaba que no debía decírselo a nadie. Cuando alguien se vuelve Characotel se le viene a la mente el secreto: Esas palabras que no se deben repetir porque nos cae… nos puede ir mal… podemos ser castigados por no cumplir bien la misión. Parte de la misión es no revelar estas cosas”. ¿Cómo puede ser posible eso? “No lo se. Tendría Usted que ser Characotel para entenderme. Podría aprender porque también se aprende… pero mejor quédese así. Yo sé lo que le digo…”.

7 comentarios: