miércoles, 27 de abril de 2011

Una generación llamada Juan Pablo

La generación actual se considera a sí misma una Generación Juan Pablo II por el simple hecho de participar de la modernización de la Iglesia Católica que si bien es cierto se inicio con Juan XXIII y el Concilio Vaticano II, con Juan Pablo II se hizo una realidad contribuyendo su propio carisma a ello. Por dicha razón, muchos afirman que su beatificación no ha sido más que una estrategia de Benedicto XVI para apoderarse de ese carisma que Benedicto carece. Sea esto verdad o no, pareciera que Juan Pablo ha resucitado de nuevo aquel júbilo que despertó entre los católicos de todo el mundo.



Una generación llamada Juan Pablo
Por césar Chupina, periodista


En el caso de Guatemala, en su primera visita ayudo al redescubrimiento de la espiritualidad. Si bien es cierto, su primer viaje a Centroamérica tiene matices de mal sabor por la manera en que fue recibido tanto en Guatemala como Nicaragua, eso no es más que una anécdota porque la semilla fue echada y no tardo en florecer llenando de coraje y valor a la población ante las circunstancias que se vivían y marcando un nuevo giro en la historia de la espiritualidad de la región.

3
Cuando la tristeza se mezcla con el atardecer
-sus colores se parecen un poco-,
juntos se convierten en una extraña bebida,
que con temor acerco a mis labios.

Tú para alejar de mi soledad,
la sombra de la angustia
me libraste del terror de la noche
y me diste el gusto del pan eterno.

Cuando de la inmensidad sacaste el tiempo,
apoyando tu pie en la ribera contraria,
oíste mi llanto lejano.
Desde siempre sabes por qué estoy llorando.

Sabía que aquella añoranza
que una vez bebí en tus miradas
no podría ser satisfecha por los encantos solares.
Por el contrario: se desangraría como las rosas.


“Guatemala te llevo en el Corazón”Esa es la frase que más tienen presentes los guatemaltecos del “Papa viajero”, quien besó por primera vez el suelo guatemalteco la mañana del domingo 6 de marzo de 1983, la primera de tres oportunidades (las otras, 1996 y 2002). En su primera visita, Guatemala se desgarraba, dolía, vivía un clima de violencia. Eran los años más crueles del conflicto armado interno. Juan Pablo II conocía lo que sucedía en América Central y el motivo principal de su viaje era sembrar reconciliación y perdón buscando paz, unión y comunión.
Juan Pablo II fue recibido por miles de fieles. En tal manifestación siempre figuraron los jóvenes, un sector al que el Papa siempre demostró especial cariño. Estos jóvenes son los que conforman la Generación Juan Pablo II que se formaron bajo sus criterios admirándolo e identificándose con lo que el Papa decía por el simple hecho de que predicaba con el ejemplo. Y es que una de las características de su vida sacerdotal fue siempre el trabajo e identificación con los jóvenes.
En dicho primer viaje de Juan Pablo a Guatemala, miles de fieles revivieron la tradicional elaboración de alfombras de aserrín y flores. Al ver tal manifestación, Juan Pablo II preguntó si era posible llevarse una de éstas como recuerdo, y se sorprendió cuando supo de qué estaban hechas. Quizás el acontecimiento más memorable de su primera visita haya sido la celebración de la sagrada eucaristía en el Campo de Marte ante una multitud calculada entre 1.5 y 2 millones de personas. Esta ha sido considerada la misa más multitudinaria de la historia del país.
El Papa también tuvo un encuentro en los Llanos de Olintepeque, Quetzaltenango, con poco más de medio millón de personas que asistieron a la coronación de la venerada imagen de la Virgen del Rosario, patrona del lugar. En esa ocasión, el Pontífice colocó, además, un rosario traído del Vaticano en las manos del niño Jesús, y dirigió un mensaje en idioma k’iche’. Y es que otra de las características de Juan Pablo II era su dominio de muchísimos idiomas.

Impulso a la paz
A sus 76 años, el sucesor de Pedro emprendía su viaje número 68. Era la tarde del 5 de febrero de 1996 cuando Guatemala tuvo el segundo encuentro con Juan Pablo II. En esa ocasión, una dolencia en una de las rodillas le impide besar directamente el suelo patrio. En cambio, lo hace en un recipiente con muestras de tierra de las 16 diócesis del país. Su estado de salud y el largo viaje condicionaron su dieta y una agenda menos agitada.
Esta vez, el Papa encuentra un país que ha retomado a la senda democrática, por lo que su protocolaria entrevista con el jefe de Gobierno coloca como interlocutor a un presidente constitucional, Álvaro Arzú, un católico confeso cuya administración da un toque más relajado a esta segunda visita y contrastaba con el recibimiento que se le dio en su primera visita.
En la capital, en el Campo de Marte a la imagen de la Virgen de la Asunción, patrona de la capital, sino que viaja a Esquipulas, donde clausura el jubileo de los 400 años de veneración de la imagen del Cristo Negro. Esta visita papal fue considerada como una confirmación al proceso de paz. Once meses más tarde se firmarían los acuerdos de paz, con lo que se puso fin a 36 años de conflicto armado interno en Guatemala.

Lo que todos esperaban
En 1996 parecía ser la última visita del papa a nuestras tierras, pero seis años después, el 29 de julio de 2002, vuelve a Guatemala. Debido a su avanzada edad y su estado de salud, era evidente su fragilidad y cansancio. Sin embargo, el cansancio de sus múltiples viajes y una agenda apretada no impiden que sonría o haga alguna broma, lo cual arranca aplausos de miles de fieles.
En esta última visita, la más breve (27 horas), deja quizás el más importante legado para los católicos centroamericanos, puesto que, el 30 de julio, en el Hipódromo del Sur, eleva a los altares al hermano Pedro de San José de Betancur, el primer santo de la región, actividad que paralizó casi todas las actividades, tanto en la capital como en el interior del país. Un millón de fieles asistió a la actividad.
El Sumo Pontífice partió de Guatemala a las 17 horas. Desde la Nunciatura hasta el aeropuerto, la calle pareció una sola alfombra a cuyos alrededores todos decían el estribillo: “Juan Pablo Segundo, te quiere todo el mundo”. Las últimas palabras que pronunció en suelo guatemalteco fueron: “Guatemala te llevo en el corazón”.

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Te ruego: no me ocultes
en un lugar inaccesible
en la corriente del tranquilo asombro,
o en la noche terrorífica

Te ruego: protégeme
del reino que se hunde en la oscuridad;
te ruego: abreme hacia el reino
que atre mis miradas,

-porque conozco un lugar escondido
en el que voy a guardar el brillo de estos soles
que arden por debajo del horizonte
de las miradas, dirigidas hacia lo profundo.

Y entonces va a suceder el milagro
de la transmutación
Tú vas a convertirte en mí –
yo – eucarístico.


El 264 Papa
El pontificado de Juan Pablo II, Carol Józef Wojtyła (16 de octubre de 1978 – 2 de abril de 2005) duró 26 años, 5 meses, 17 días. Como sacerdote fue ordenado el 1 de noviembre de 1946. Nació en Wadowice, pueblo de Polonia cercano a Cracovia, la capital, el 18 de mayo de 1920 y murió en Ciudad del Vaticano el 2 de abril de 2005 a los 84 años.
El primer Papa polaco de la Historia y de los pocos que en los últimos siglos no era italiano, fue Obispo auxiliar (desde 1958) y Arzobispo de Cracovia (desde 1962). Su pontificado de 26 años ha sido el tercero más largo en la historia de la Iglesia católica, después del de San Pedro (se cree que entre 34 y 37 años) y el de Pío IX (31 años).
Juan Pablo II es uno de los líderes más influyentes del siglo XX. Jugó un papel decisivo para poner fin al comunismo en su Polonia natal y, finalmente, a todos los de Europa, así como para la mejora significativa de las relaciones de la Iglesia católica con el judaísmo, el islam, la Iglesia ortodoxa oriental, y la Comunión Anglicana. De entre los hechos más notorios de su pontificado destaca el intento de asesinato que sufrió el 13 de mayo de 1981, mientras saludaba a los fieles en la Plaza de San Pedro, a manos de Mehmet Ali Agca, quien le disparó a escasa distancia desde la multitud. Tiempo después el terrorista fue perdonado públicamente por el pontífice en persona.
Fue también uno de los líderes mundiales más viajeros de la historia, visitando 129 países durante su pontificado, hablando además los idiomas siguientes: italiano, francés, alemán, inglés, español, portugués, ucraniano, ruso, croata, el esperanto, griego antiguo y latín, así como su natal polaco. Como parte de su especial énfasis en la llamada universal a la santidad, beatificó a 1.340 personas y canonizó a 483 santos, más que la cifra combinada de sus predecesores en los últimos cinco siglos. El 19 de diciembre de 2009, Juan Pablo II fue proclamado Venerable por su sucesor papal, el papa Benedicto XVI, por quien será también beatificado el 1 de mayo de 2011. Muchos, como monseñor Marco Aurelio González, han dado en denominarlo Juan Pablo, el magno desde mucho antes de su muerte. Después de ésta, muchos otros, desde el cardenal británico Cormac Murphy-O'Connor hasta periódicos italianos como L'Osservatore Romano, o su sucesor Benedicto XVI se han referido a Juan Pablo II como Juan Pablo Magno. Aún no se sabe si este póstumo título se impondrá, ya que no existe ningún procedimiento formal para asignar este apelativo.

Joven ante la muerte
Karol Wojtyła era el menor de los dos hijos del matrimonio integrado por Karol Wojtyła y Emilia Kaczorowska. Su madre era una ferviente católica y se las arregló para que su hijo naciera cerca de un templo pues quería que lo primero que oyera su hijo fueran los "cánticos a Dios". Ella falleció cuando él tenía nueve años (en el año 1929).
Su hermano mayor, Edmund, que era médico, murió en 1932, por contagio de una enfermedad cuando curó a un hombre de condición humilde. Junto con su padre se trasladó a Cracovia para iniciar sus estudios en la Universidad Jagellónica; su padre, un suboficial del ejército polaco, murió en 1941, durante la ocupación de Polonia por la Alemania nazi. Su padre siempre lo guió en el camino de la fe y el amor cristiano por los semejantes.
Al terminar sus estudios de educación media, una época en la que destacó como consumado ajedrecista (llegando a proclamarse vencedor en varios campeonatos estudiantiles), se matriculó en la Universidad Jagellónica de Cracovia y también en una escuela de teatro.

En la resistencia alemana
Cuando las fuerzas de ocupación alemanas cerraron la Universidad, en septiembre de 1939, el joven Karol tuvo que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química (Solvay), para ganarse la vida y evitar que lo deportaran a Alemania. Fichado por la Gestapo, se refugió en una buhardilla de Cracovia. En esa época se unió al grupo del célebre actor polaco Mieczysław Kotlarczyk, creador del teatro Rapsódico, con el cual interpretó papeles de contenido patriótico.
También participó en la resistencia contra Alemania, para ayudar a salvar a familias judías. Posteriormente, su situación se complicó en Polonia y debió refugiarse en los subterráneos del arzobispado de Cracovia.

12
Te lo ruego, Señor, apártate de mí,
no dejes que mi frágil pensamiento
se hunda en el abismo de la impotencia
-porque no hay gratitud tan grande
que pueda abrazar lo infinito,
aunque el corazón te abrace
con el brillo rojo del sol.

-y aunque pudiera abrazar el universo,
y aunque ardiera hasta la locura
y aunque me entregara por entero,
yo sé que nada entregaría.

Tú cada día multiplicas
mi impotencia
al someter tu infinitud
a mi débil pensamiento.


Con San Juan de la Cruz
Importante para su crecimiento espiritual fue la persona de un sastre, Jan Tyranowski, quien le dio a leer a San Juan de la Cruz sobre quien hizo su tesis doctoral, uno de los tratados religioso más importantes de los último tiempos. Se conocieron con dicho sastre en 1940; Tyranowski reunía a un grupo de jóvenes.
.En 1943 ingresó en el seminario clandestino que había fundado Monseñor Adam Stefan Sapieha, cardenal arzobispo de Cracovia, iniciando la carrera de Teología. Fue ordenado sacerdote de la Iglesia Católica el 1 de noviembre de 1946 en la capilla privada arzobispal. Poco después se trasladó a Roma para asistir a los cursos de la Facultad de Filosofía del Pontificio Ateneo Angelicum, obteniendo el doctorado en Teología con la tesis El acto de fe en la doctrina de San Juan de la Cruz.

Con los jóvenes desde siempre
En 1948 regresó a Polonia y ejerció su primer ministerio pastoral como vicario coadjutor de la parroquia de Niegowić, en los alrededores de Cracovia, durante trece meses. En noviembre de ese mismo año obtuvo la habilitación para ejercer la docencia en la Facultad de Teología de la Universidad Jagellónica. El 17 de agosto de 1949 se trasladó como vicario a la parroquia de San Florián, en Cracovia, donde ejerció el ministerio durante dos años, alternándolo con su trabajo de consejero de los estudiantes y graduados de la universidad estatal de esa ciudad.
Era muy popular entre los estudiantes, con los que iba muchas veces de excursión, cosa que no era común en aquellos tiempos, pues podía llamar la atención de las autoridades policiales. Nombrado profesor de Teología Moral y Ética Social del seminario metropolitano de Cracovia el día 1 de octubre de 1953, comenzó en 1954 a impartir clases de Ética en la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica de Lublin, en la que dos años después fue nombrado director de dicha Cátedra.

Obispo en Polonia
El 4 de julio de 1958, el Papa Pío XII lo consagró obispo auxiliar de la archidiócesis de Cracovia, bajo el administrador apostólico, arzobispo Eugeniusz Baziak. A partir del 11 de octubre de 1962, comenzó a tomar parte activa en el Concilio Vaticano II, destacando sus puntualizaciones sobre el ateísmo moderno y la libertad religiosa. El 8 de diciembre de 1965 pasó a formar parte de las congregaciones para los Sacramentos y para la Educación Católica, y del Consejo para los Laicos. En 1962, al morir el arzobispo Baziak, fue nombrado vicario capitular y el 30 de diciembre siguiente el Papa Pablo VI lo consagró arzobispo de Cracovia. El 29 de mayo de 1967 fue elevado a la dignidad de cardenal, lo que le convirtió en el segundo más joven de la época, con 47 años de edad.

Un papa viajero muy joven
El 28 de septiembre de 1978 murió Juan Pablo I en extrañas circunstancias, tras un pontificado de 33 días. El 16 de octubre de 1978, tras dos días de deliberaciones del cónclave, Wojtyła fue elegido sucesor de San Pedro, adoptando el nombre de Juan Pablo II, y convirtiéndose, con 58 años, en el Papa más joven del siglo XX y en el primero no italiano desde el holandés Adriano VI (1522-1523). El 5 de noviembre visitó Asís, en el primero de sus 144 viajes por Italia.
El 25 de enero de 1979 comenzó el primero de sus 104 viajes fuera de Italia, a República Dominicana y México. El último fue el 14 de agosto de 2004 al santuario mariano de Lourdes, en Francia.

13
¿Cómo podré agradecer a la mar que sus olas tranquilas
salgan en busca de mis días extraviados…?
¿Cómo agradecer al sol que no me rechace al ponerse
y que sea tan corto el tiempo que separa la noche del
amanecer?

¿Qué puedo ofrecerte por tu presencia cercana,
que en el infinito enciendes
como hoguera
de corazones fundidos?

¿Qué puedo darte por la confianza
que siembras en los ojos de los niños,
la confianza que es camino hacia el Reino
de la alegría?

¿Qué puedo darte por venir a mí
todos los días?
Señor, te saldrá muy caro
confiarte a un sujeto como yo.

¿Cómo podré agradecer a la mar que sus olas tranquilas
salgan en busca de mis días extraviados…?
¿Cómo agradecer al sol que no me rechace al ponerse
y que sea tan corto el tiempo que separa la noche del
amanecer?


Sus propósitos
Juan Pablo II se propuso el gran objetivo de posicionar a la Iglesia como faro y guía del mundo contemporáneo. Ello en cinco direcciones:
1. Nueva evangelización
2. Ecumenismo
3. Compromiso ético y social
4. Lucha por la paz
5. Rigor doctrinal

Un “atleta de Dios”

Como Papa, Wojtyła impuso un estilo desusado al desechar la silla gestatoria usada por sus antecesores para mostrarse en público, se puso a nivel de la calle y de las multitudes, mostrando sus simpatías por niños y adolescentes. Debido a sus múltiples viajes al extranjero fue conocido entre los medios de comunicación, en particular en América Latina, como «el atleta de Dios», «el caminante del Evangelio», el «Papa viajero» o el «Papa peregrino».
Durante su prolongado mandato, Juan Pablo II superó numerosas marcas: No sólo fue el pontífice más viajero hasta el momento, sino también el que proclamó más santos y beatos durante su pontificado (el número de santos y beatos elevados a los altares por él equivale al llevado a cabo en los cuatrocientos años anteriores). A lo largo de sus casi 27 años de pontificado nombró a un total de 232 cardenales.
El 13 de mayo de 1981 Mehmet Ali Ağca disparó contra el Papa, mientras éste se desplazaba por la Plaza de San Pedro en un vehículo abierto. El pontífice fue herido en la mano, brazo y abdomen. Pocos años más tarde en diciembre de 1983, el Papa lo visitó a la cárcel de Rebibbia, conversó con él y le otorgó el perdón. El atentado motivó la construcción de un vehículo especial con cristales blindados diseñado especialmente para este tipo de actos y que fue popularmente bautizado como Papamóvil, un término muy juvenil que recuerda el Batimóvil de Batman y Robin.

Su influencia en la historia
Entre los principales episodios de su pontificado están la primera visita de un Papa a una iglesia luterana (Roma, 1983), la primera a una sinagoga (Roma, 1986), la Jornada Mundial de Oración por la Paz (Asís, 1986) y la excomunión del obispo Marcel Lefebvre (1988). Ese año se produjo un hecho histórico: Juan Pablo II visitó un país ortodoxo, Grecia, y entró en una mezquita, la de Damasco (Siria), siendo la primera vez que un Pontífice católico pisaba una mezquita y oraba en su interior.
Asimismo, figuran el primer encuentro de un Papa con una comunidad musulmana (Casablanca, 1985), el Año Santo de 1983, a partir del cual creó las Jornadas Mundiales de la Juventud, celebradas en Roma (varias veces), Buenos Aires, Santiago de Compostela (España), Denver (Estados Unidos), Manila (Filipinas), Czestochowa (Polonia), París (Francia), Toronto (Canadá), Colonia (Alemania), Sídney (Australia) y próximamente en Madrid (España) en 2011.
También destaca el encuentro con el último presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov en diciembre de 1989, la normalización de la Iglesia Católica en los países europeos hasta entonces comunistas, y la visita realizada en enero de 1998 a Cuba, donde fue recibido con todos los honores por Fidel Castro.
Aparte de sus catorce encíclicas, con Juan Pablo II se han publicado los nuevos Códigos de Derecho Canónico Latino (1983) y Oriental, así como el Catecismo Universal de la Iglesia Católica(1992), fruto del sínodo especial de obispos de 1985, dedicado al Concilio Vaticano II.
Juan Pablo II pidió perdón por los errores cometidos por la Iglesia Católica entre ellos, el del científico italiano Galileo Galilei (1564 - 1642) a quien la Inquisición le hizo retractarse de sus teorías heliocéntricas el 22 de junio de 1633.
Su gran deseo, que materializó, fue llegar al año 2000, abrir la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro e introducir la Iglesia en el tercer milenio con el Jubileo del 2000. En la primavera de 2000 pudo por fin pisar Tierra Santa. Visitó el Monte Nebo, donde (según la Tanaj o Antiguo Testamento) el profeta Moisés vio la Tierra Prometida antes de morir; Belén, Jerusalén, Nazaret y varias localidades de Galilea.
Durante ese viaje, Juan Pablo II, el primero en reconocer en 1986 los derechos nacionales del pueblo palestino y entablar relaciones diplomáticas plenas con Israel en 1994, ofició misa en la Plaza del Pesebre de Belén, pidió perdón en el Muro de las Lamentaciones y en el Museo del Holocausto por los errores cometidos por los cristianos que persiguieron a los judíos y celebró misa en el Santo Sepulcro.
Al concluir su pontificado con su muerte, Juan Pablo II dejó pendientes dos viajes: uno a Moscú, ante la oposición del patriarca ortodoxo Alejo II, que acusaba a la Iglesia Católica de "proselitismo" en su área de influencia y otro a China, donde el régimen comunista prohíbe la obediencia de la Iglesia Católica china a la Santa Sede, además de haber conflictos con el Vaticano a causa del reconocimiento de Taiwán desde 1949.

14
Señor, perdona am i pensamiento por no amarte lo bastante;
perdona a mi amor, por estar tan atado al pensamiento
que con el pensamiento frío te abraza,
en vez de hacerlo como hoguera ardiente.

Pero acepta, Señor, este asombro, que en el corazón
estalla
como el arroyo en un manantial
-signo de que allí vendrá el ardor-
y no rechaces, Señor, este asombro, que desde mi
frialdad brota,
al que un día vas a satisfacer con la piedra ardiente
de tus labios.

No, no rechaces señor, este asombro,
que no es nada para Ti, porque estás entero en Ti,
pero lo es todo para mí y en él siempre pienso,
en un torrente que rompe en las orillas,
antes que al océano inmenso entregue su caudal de
angustia.


La salud
Desde el atentado comenzó a sufrir diversos problemas de salud: además de las dificultades que tuvo para recuperarse de las heridas de bala que sufrió en el estómago y en una mano, padeció luego un cáncer de intestino, la fractura del fémur y de un hombro y, desde los años 1990, tuvo que sobrellevar la enfermedad de Parkinson, de origen genético.
Esto no impidió que, a fines de los años 80, su actuación en Polonia y su influencia en los acontecimientos que se producían en el entonces bloque comunista contribuyeran de modo considerable a la caída de los regímenes de Europa del Este, según coinciden numerosos historiadores.
Tras una fractura en el cuello del fémur, su salud empezó a ser objeto de numerosas especulaciones debido al deterioro físico sufrido y a su avanzada edad, que irán a más hasta 2005.
Falleció el 2 de abril de 2005 a las 21:37 (hora de Italia). Pocos minutos después, Monseñor Leonardo Sandri anunció la noticia a las personas congregadas en la Plaza de San Pedro y al mundo entero. Sus últimas palabras fueron "Déjenme ir a la casa de mi Padre". Al ser anunciada su muerte, las luces de su habitación en el Vaticano se apagaron por un instante para comunicar de esta manera el momento de su fallecimiento, pero luego fueron encendidas nuevamente y así permanecieron.
Su muerte se produjo debido a una septicemia y a un colapso cardiopulmonar irreversible, agravado por su enfermedad de parkinson. En su agonía, le dictó a su secretario, Stanisław Dziwisz, una carta en la que decía: "Soy feliz, séanlo también ustedes. No quiero lágrimas. Recemos juntos con satisfacción. En la Virgen confío todo felizmente". El pontífice, en sus últimos momentos, dedicó unas palabras a la multitud, sobre todo gente joven, reunida en la Plaza de San Pedro (Yo los he buscado y ahora ellos vienen a buscarme, les doy las gracias), haciendo el gesto de la bendición hacia la ventana de sus aposentos, hacia los fieles apostados en la Plaza de San Pedro. El médico que certificó la muerte ha señalado que el Papa permaneció inconsciente durante los últimos cincuenta minutos de su vida y que, por lo tanto, tales frases tuvo que decirlas al menos una hora antes de su fallecimiento.
Los funerales manifestaron el alto grado de aprecio que sentían por Juan Pablo II, no sólo mandatarios de muchos países, sino también gente de toda condición social. Tuvieron una alta resonancia política por algunos gestos inesperados, como el saludo entre los mandatarios de Israel, Irán y Siria. Había sido la cabeza de toda una generación.

El artista
Antes de ser elegido Papa, Wojtyła, poeta, filósofo y dramaturgo, había escrito la obra teatral El taller del orfebre, convertida en ópera rock y siendo presentada en España en los inicios de los años 1980.

El Papa Juan Pablo II redactó 14 encíclicas
1. Redemptor Hominis (4 de marzo de 1979)
2. Dives in Misericordia (30 de noviembre de 1980)
3. Laborem Exercens (14 de septiembre de 1981)
4. Slavorum Apostoli (2 de junio de 1985)
5. Dominum et Vivificantem (18 de mayo de 1986)
6. Redemptoris Mater (25 de marzo de 1987)
7. Sollicitudo Rei Socialis (30 de diciembre de 1987)
8. Redemptoris Missio (7 de diciembre de 1990)
9. Centesimus Annus (1 de mayo de 1991)
10. Veritatis Splendor (6 de agosto de 1993)
11. Evangelium Vitae (25 de marzo de 1995)
12. Ut Unum Sint (25 de mayo de 1995)
13. Fides et Ratio (14 de septiembre de 1998)
14. Ecclesia de Eucharistia (17 de abril de 2003)

Entre los libros escritos por Juan Pablo figuran:
1. Mi visión del hombre: Colección de artículos sobre ética escritos antes que Wojtyła, sea elegido Papa. En la primera parte de este libro se presenta la Introducción a la ética, en donde el autor expone su opinión sobre los principales temas que afectan al hombre, como el amor, la felicidad o la justicia. La segunda parte, Ensayos de ética personalista, es una selección de escritos publicados en revistas especializadas. En estos textos Karol Wojtyła ofrece una significativa aportación para la fundación de una ética de tipo personalista y presenta al público español la escuela ética de Lublin.

2. Persona y acción: Se convirtió en su obra filosófica más importante. Wojtyła, presenta que la acción revela a la persona, y miramos a la persona a través de su acción. La acción nos ofrece el mejor acceso para penetrar en la esencia intrínseca de la persona y nos permite conseguir el mayor grado posible de conocimiento de la persona. Experimentamos al hombre en cuanto es persona, y estamos convencidos de ello porque realiza acciones. Empezar directamente por la acción, así se resolvía de raíz el problema. Era la acción humana la que desvela quién era la persona y su naturaleza dinámica y activa.

3. Don y misterio: Este libro fue publicado el 15 de noviembre de 1996. La ocasión de la publicación de este libro que ya marca el carácter personal y retrospectivo del escritor, es debido a que se celebraba su 50 aniversario de ordenación sacerdotal. Este libro es un testimonio muy personal pero a la vez abarcador de su vocación sacerdotal: recuerdos y reflexiones, sus memorias sobre los orígenes de su sacerdocio.

4. ¡Levantáos! ¡Vamos!: Libro publicado en mayo de 2004, poco menos de un año después de haber celebrado su vigésimo quinto aniversario como Sumo Pontífice y a los 45 años de haber sido electo Obispo, recoge sus íntimas reflexiones sobre su experiencia episcopal. Si “Don y Misterio”, reflexiones sobre su vocación sacerdotal y sus primeros años como sacerdote.

5. Tríptico romano. Meditaciones (2003): Karol Wojtyła afronta las grandes cuestiones de la vida y de su vida, penetrando en el misterio de su elección como Papa e incluso en la de su sucesor. Tríptico Romano, Meditaciones, consta de tres partes: La primera, "Arroyo", es una contemplación mística de la naturaleza, y en esta sección del libro se destaca la belleza y la búsqueda de Dios por el hombre, que tiene que ir contra la corriente si quiere encontrar el manantial, es decir, Dios. La segunda parte, "Meditaciones sobre el libro del Génesis en el umbral de la Capilla Sixtina", es una reflexión sobre el hombre, imagen de Dios, desde la Creación hasta el Juicio Final, inspirándose en la impresionante serie de imágenes de Miguel Ángel que preside el recinto, donde los cardenales se reúnen cada vez que van a elegir a un nuevo Papa. La tercera parte, "Monte en la región de Moria", se basa en la evocación de Ur de Caldea, la patria de Abraham, y la conversación entre el patriarca y su hijo Isaac, al que Abraham estuvo a punto de sacrificar en el Monte Moria, como prueba de su lealtad a Dios.

Juan Pablo II fue el primer Papa que recurrió a los medios fonográficos para divulgar su mensaje, bien sea en forma de discursos, oraciones (como el Rosario) y cantos gregorianos entonados por él mismo. He aquí una relación aproximada de sus grabaciones:
1. 1994 Rosary (Rosario) Sony Music
2. 1994 Rosary (en idioma francés) Sony Music France
3. 1994 Rosary (en inglés y español) Sony Music
4. 1994 Rosary (en idioma latín) Sony Music
5. 1995 Rosary (en idioma portugués) Sony Music
6. 1999 Abbà Pater Sony Music Italia
7. 2003 Mai Piu La Guerra EMI Music Italy


El actor
¿Cuántos crecieron a través mío
alrededor de mí, a partir de mí?
He llegado a ser el cauce de un torrente,
llamado hombre.

Pasa por mí una multitud de otros.
¿Cómo he podido conservar mi identidad?
Siempre demasiado cerca de mí mismo,
en ninguno alcanzo la perfección.
Lo que en mí ha quedado de mí,
¿puede mirarse sin temor?


Las llaves de México
Tras la muerte del Pontífice, se lanzó una campaña bajo el lema "Dale la llave de tu corazón", que convocaba a los mexicanos para realizar una escultura en honor de Juan Pablo II. La propuesta del artista Francisco Cárdenas Martínez, titulada "Llaves de fe" resultó la más votada entre 48. La estatua fue realizada enteramente con material proveniente de llaves donadas por el pueblo mexicano. Se recolectaron unos 7 millones de llaves equivalentes a unas 150 toneladas de metal. Estoy seguro que si esto mismo se hubiese hecho en otros países, muchas más esculturas se hubiesen hecho por el simple hecho que dichas llaves simbolizan lo que Juan Pablo II abrió en los corazones de cada uno de los que integramos esa generación que bien hacemos en llamar la Generación Juan Pablo porque crecimos con él, vimos su ejemplo y supimos que si es posible concordar lo que se piensa, se dice y hace. Muchas gracias por ello Karol Wojtyła.

NOTA: Los poemas en negritas son de la autoría de Juan Pablo II tomados de Canción sobre el Sol Inagotable (escrito en 1944). El último, El Actor, es el cuarto poema de la segunda parte de Perfiles de Cirineo (escrito en 1957).