miércoles, 23 de septiembre de 2009

Las Vírgenes Conquistadoras



Se dice que la conquista de América fue efectuada con la espada y la cruz. En lo primero se sobreentiende el sometimiento en la guerra y en lo segundo, el aspecto ideológico que coadyuvo a la realización de la misma: Los españoles eran impulsados por el deseo ferviente de extender el dominio de la corona, producto del orgullo de la expulsión de los moros de su territorio y de la unificación de castilla y Aragón en España y de extender la fe, la misma que había llevado a su gente a la gloria. Una gloria que venia del cielo y que en la tierra debía extenderse. Y es aquí donde ocupas lugar fundamental en el proceso de conquista la Virgen Maria, la cual estuvo presente hasta en las batallas mismas para proteger a los españoles dándole de antemano la victoria para honra y expansión del Evangelio.


Las Vírgenes Conquistadoras
Por Cesar Chupina, periodista


Por supuesto que nada de esto se entiende si se ve con la óptica del presente, la cual, muchas veces, de manera injusta, ha condenando este periódico histórico. En vez de juzgarlo debemos verlo mas objetivamente porque de allí nace una nueva raza, la mestiza, a la cual todos los habitantes de América pertenecemos, se quiera o no, gústese o no o se alegue una pureza de raza ya en nuestros días inexistente.

¿Qué noticias me traes?, preguntó el cacique. Son hombres de color del sol, respondió el mensajero. A veces suben a un ser extraño, gigante y colosal y se vuelven uno solo. Se les desaparecen las piernas y caminan con dos cabezas y las cuatro patas de ese ser. ¿Y andan desnudos? No. Traen en las manos lanzas y aparatos que rugen y escupen fuego y matan al que le cae la escupida. ¿Y que sabes de ellos? Nada. Vienen hacia acá. Tal vez son enviados del cielo. ¿Traen mujeres? No. Todos son hombres, mi señor, excepto una que es su reina. ¿Reina? Si. Tiene una corona en la cabeza… siempre carga un niño y pájaros sin pies vuelan alrededor de ella y la protegen. ¿Pájaros sin pies? Si. Tienen cara de niño y alas blancas y hermosas. El cacique convoco a los brujos para un rito sin saber si era para la paz o para la guerra.


¿Por qué conquistadoras?
Con el titulo de Conquistadoras se conocen algunas imágenes de todo tipo de la Virgen Maria en Guatemala. Dichos titulo provienen de la misma colonia. El Lic. Miguel Álvarez Arévalo, estudioso de la cultura guatemalteca y cronista de la Ciudad de Guatemala se refiere a ellas en su estudio “Nuestra Señora del Socorro, presente en los 500 años de evangelización de América”: “El símbolo de Maria Bandera en la Conquista se resume en la tradición española de la reconquista Española, done los símbolos cristianos, especialmente la Cruz, Cristo o la Virgen Miaría y Santiago eran portados por los cristianos, así mismo el uso frecuente de colocar en el sitio especial a la imagen cristiana en centros islámicos reconquistados”. Es así como existe una nómina de imágenes marianas con el calificativo de conquistadoras, entre ellas tenemos a Nuestra Señora de la Merced que actualmente se encuentra en la Iglesia de la Merced de la ciudad de Guatemala y Nuestra Señora del Socorro que actualmente se encuentra en la Catedral Metropolitana de la misma ciudad.
Álvarez Arévalo en su estudio comenta: “Los cronistas y la tradición popular hablan de la presencia de una imagen de la Virgen Maria durante las batallas de la Conquista; también una crónica indígena, entre otras detalla esta presencia… Manuel Rubio Sánchez dice a este respecto: “No se menciona ninguna mujer española incluida en la expedición a no ser que se tome en cuenta lo dicho por Fuentes y Guzmán: Nuestra Señora de las Mercedes es conquistadora que anduvo en las batallas y revueltas de la conquista del Reino de Guatemala y el de México. La figura de Maria en plena batalla entre españoles y quiches, es descrita por Vásquez así: “Paso a hacer consideración de aparecimiento auxiliar y propicio del a siempre Virgen Maria en una hermosa y blanca niña que atendía a los españoles y cegaba aturdida a los indios sin que estos quedasen con vigor para aprenderla, como ciegos intentaban la escolta que hacían su divina reina, los Ángeles que le servían de arqueros, figurándose estos celestiales espíritus a los entorpecidos y ofuscados ojos de los idolatras, pájaros sin pies que la rodeaban y defendían deslumbrando y cegando a los infieles”. Esta participación epopeyesca de la Virgen, relatada por Vásquez nos parece muy similar al a versión quiche, en el Titulo Ixquin Nehaib, Señora del Territorio de Otzoya, la que data del siglo XVI, el cual apunta: “Y no pudo matarlo porque lo defendía una niña muy blanca” (se refiere al encuentro con Alvarado) y continua narrando: “Y luego venían muchos pájaros sin pies, y estos pájaros tenían rodeada a la niña, y querían los indios matar a esa niña y éstos ajaros la defendían”. (Los referidos ajaros sin pies que menciona son la representación iconográfica de los Ángeles). Hasta el momento la información arrojada en las fuentes históricas citadas son un indicio para afirmar la presencia de la Virgen Maria durante la Conquista…”. (Pág. 14 y 15).

Entre humo y gritos mágicos, todos aguardaban impacientes terminar el trance. Duro tiempo determinar si la vida o la muerte venía con aquellos extranjeros. Es de guerra. El rito es de guerra, gritaron los brujos al Cacique. Estos hombres vienen de otras partes y han matado con su espada. Han sometido pueblos con esa insignia que llaman Cruz y los han puestos todos a los pies y el servicio de esa reina que viene con ellos. A muchos lugares, hombres y mujeres les cambian de nombre y les ponen el de ella. ¿Qué hemos de hacer?, indago el Cacique a los mas sabios. Pelear, dijo el más viejo. Pelear es lo único que queda. Tengo una idea, dijo un joven Príncipe Guerrero: Matémosla a ella de un flechazo. Si, dijo el cacique, será un golpe mortal y duro. Si matan a nuestros reyes, matan a todo nuestro pueblo. Lo desestabilizan. Eso mismo haremos. Y empezó el concilio para definió quien seria el que de un flechazo mataría a la Virgen de La Merced que presidía la empresa de los extranjeros.

La virgen que da de mamar
El nombre de Nuestra Señora del Socorro implica una advocación mariana y una muy antigua tradición en diferentes partes del mundo. Es tan vieja como el cristianismo e implica la intercesión (el socorro) de la Virgen ante Nuestro Señor Jesucristo. Su culto se extiende a nuestros días y está muy arraigado en Guatemala. Se le dedica el mes de mayo, mes del a madre y de la primavera, en la que su capilla de la Catedral Metropolitana de la ciudad de Guatemala se ve mas concurrida por los fieles. Entre otras actividades, el día 7 se le saca en solemne rezado, el cual coincide con las peticiones por una buena cosecha en el inicio del ciclo de lluvia en el país.
La historia de la imagen se remonta al inicio de la dominación española. Se le conoce como “La Conquistadora”. Su capilla ha estado en todas las Catedrales que ha tenido Guatemala. En la actual, vemos a sus pies está la espada y traje de don Pedro de Alvarado. Inicialmente, esta Virgen era conocida como “La Piedad”, lo cual fue por poco tiempo. Ya que este termino fue aplicado al drama después del descendimiento de la Cruz, el cual puede admirar todos los días Viernes Santo en os pasos de El Calvario y Santo Domingo. Miguel Álvarez Arévalo en “Nuestra Señora del Socorro”. (Pág. 16) comenta acerca de una novena de la Virgen del Socorro, cuyo culto era el día sábado, establecido durante la fundación de la Ciudad de Santiago de los Caballeros. En dicha novena se lee: “nuestros Conquistadores la trajeron de España y la tuvieron en tanta veneración que los sábados, día que consagraron a sus cultos, acudían a venerarla aun con mayor frecuencia que en los de mayor Solemnidad”.
La imagen es única en Guatemala,. Una valiosa pieza renacentista con remanentes góticos que representa a la Virgen amamantando al Niño. Mide 95 cm. De alto esta tallada en madera de naranjo. Se cree su autor es Misen Johan Mongrobebejo (finales siglo XV o inicio XVI). Antonio Gallo en su libro “la Escultura colonial en Guatemala comenta que la “tradición Nórdica que manifiesta esta escultura, puede ser la Francesa y la Flamenca transmitida por artistas de estos países a España”.
Miguel Álvarez Arévalo en su ya mencionado libro la describe: “Esta efigie entra en el genero de las Vírgenes Galactratofusas… Es pedestre, con su brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús, quien a la vez apoya suavemente su brazo derecho sobre el hombro izquierdo materno, con la mano siniestra sostienen n pajarito. La Señora con leve gesto ofrece al infante su seno izquierdo, para lo cual lo muestra con su mano derecho. Con este fin dos de sus dedos reposan en su propio seno, ante una mística mirada de contemplación de su Hijo. Su rostro es ovalado, ostenta una expresión serena, se enmarca dentro de su cabello largo en tono dorado, una mantilla cubre su babeas. Tiene un vestido con leve escote en forma de V; los puníos de sus mangas tienen un pequeño revés, con filete dorado sobre el marrón del vestido. Un manto azul intenso, pende de su hombro, cae a su izquierda, mientras el derecho le cubre la parte frontal un poco abajo de la cintura y antes de caer al suelo,. Luce calzado negro. El mayor movimiento de la escultura lo encontramos en la actitud de la Virgen quien da paso con la pierna izquierda, lo que permite contemplar un ciclo de pliegues que forman varias líneas, dando la mayor normalidad al manto de la Virgen. Su vestido cae al suelo pesadamente, pero con realismo, aparentando ser de tela gruesa”. (Pág. 34).

Aquel joven Príncipe Guerrero, por haber tenido la idea, fue designado para realizarla. Se le vistió con atuendos especiales. Se ungió su cuerpo… se invoco a todos los espíritus de gloria para que lo acompañasen en su empresa. Se le asignaron las flechas mas sagradas porque con ellas derrumbaría el poder de los intrusos matando a la reina, la única mujer que venia con ellos. Esa noche, el Príncipe Guerrero fue atendido como un dios… durmió en su lecho de oro… plata y jade adornaron sus pies... A la mañana siguiente, un gran banquete. Al terminar, fue subido a un solio para ser conducido hasta el lugar del encuentro con los extranjeros. Las mujeres del a ciudad cantaban al ver alejarse al grupo del os mejores hombres, presidido por el gran Cacique y en cuyo centro iba aquel joven Príncipe Guerrero que o dejo ni un solo momento de acariciar sus flechas y su arco. Como sin duda la reina que iba a matar acariciaba el niño que llevaba siempre en brazos. La marcha fue larga. Hasta que al fin se detuvieron…

La jorobada de La Merced
El nombre de Merced es castellano del siglo XVI. Significa desde Alfonso X, el Sabio “sacad hombre de cautividad”… La orden fue fundada en 1218 por San Pedro Nolasco tras la petición de la Virgen misma en la famosa aparición del 2 de agosto a Nolasco, Raymundo de Peñaford y al rey don Jaime (de Aragón y Cataluña)… Tenía la Orden el fin de redimir cautivos y propago dicha advocación mariana llegando a América… A partir de 1821, año en que se abole la esclavitud en Viena, ya no hay esclavos que redimir pero quedaron los que están en riesgo de perder la Fe, las clases marginadas, los prisioneros, etc. A los que actualmente a tiende la Orden.
Lo anterior se extiende a nuestros días y esta muy arraigado en Guatemala. En todo el mes de septiembre, la Iglesia de La Merced, ubicada en el Centro Histórico, 8ª calle y 11 avenida zona 1, de la Ciudad de Guatemala de la Asunción se viste de gala. El día principal, el 24. Entre otras actividades sobresale en dicho día una misa especial a la que llegan abogados, hombres y mujeres cuya patrona es la Virgen de La Merced. Un abogado de renombre da la homilía aumentando cada año el número de concurrentes. La intervención de la Virgen en causas legales se manifiesta en el Fran número de misas que los fieles en agradecimiento mandan a oficiar. ¡Sobretodo en el mes de septiembre!
Una versión afirma que la imagen de la Virgen de La Merced que esta en el la Iglesia mencionada fue enviada desde España por un misterioso dentro de un cajón. El destinatario era el comendador de la Orden de Nuestra Señora de las Mercedes en el reino de Guatemala cuya escultura “despedía suave fragancia y con solo tocarla muchas enfermos sanaron”.otra versión afirma que la imagen vino con los mismos conquistadores. Lo cierto es que es muy antigua y se dice, sin documento que lo pruebe, que vino con ellos. En la espalda tiene una especie de flechazo en el que se basan quienes afirman esto aduciendo que es “una cicatriz”. La versión la refuerzan anécdotas que dicen que “la Conquistadora” ayudaba a los españoles haciendo llover sobre los indios, creando nubes de polvo que los cegaba y apareciendo en el aire paras asustarlos.
Pese al paso de los años dicha imagen esta en muy buen estado. Ve hacia abajo. A su lado derecho están los frailes mercedarios que con su hábito blanco le rezan. A su izquierda, los cautivos que le piden por su liberación. El único deterioro que tiene se aprecia al frente, a la altura de las rodillas. Es producto de un golpe que llevo en el terremoto de 1976. la imagen esta colocada en un lugar especial. En la parte superior del Altar Mayor. Así se encuentra fuera del alcance de los ladrones. Sus joyas son muy valiosas y la imagen ha sido ya victima de situaciones lamentables al respecto. De hecho la Iglesia de La Merced ha sido ya blanco del vandalismo y, es por ello, que han tenido los encargados que tomar medidas de seguridad.
Es necesario, además, decir por qué los jesuitas tienen a su cargo la Iglesia de La Merced y están al cuidado de la imagen. Las razones son históricas. Ellos fueron los primeros que vinieron a Guatemala,. Lo cual no quita que los mercedarios tengan acceso a la imagen ya que ambas órdenes coordinan muy bien. Lo importante es que debe verse a la imagen “como la redentora de todos los vicios que nos tienen prisioneros lo que le da significación a los grilletes rotos que la simbolizan porque todos somos prisioneros…”, comentaba en entrevista publicada en La Revista de Diario El Grafico, en una entrevista que le hiciéramos sobre la imagen el domingo 17 de noviembre de 1991, el padre Jorge toruño del a Iglesia de la Merced. El sacerdote también señalaba que existen otros símbolos que identifican a la Virgen de La Merced tal como el escapulario con las 4 barras catalanas, la Cruz blanca y la corona condal de Barcelona.
La Virgen fue coronada el 1 de mayo de 1628 por Ángelo Maria, arzobispo venido de la santa sede. Festividad, algarabía y procesión fueron las manifestaciones publicas de la feligresía. Se cuenta que al volverla a colocar en el altar mayor ya no entraba a su nicho por la corona. La multitud, guiada por dicho arzobispo, se p aso a rezar y la Virgen doblo su cuerpo, bajo la cabeza y entro al camerín quedándose en esa postura para siempre. Respecto a esta leyenda el padre Toruño que no la había oído, comento en la entrevista mencionada: “Yo la veo inclinada y me da la impresión de que oye las suplicas de los frailes de la derecha y los cautivos de lz izquierda. Pero nunca imagine algo así…”. Celso Lara, estudioso de nuestra cultura, comentaba también en dicha oportunidad: “La escultura tiene cierto movimiento en su cabeza. Parece como si estuviera indinada porque asid fue esculpida. ¡Quizá razones de estilo! La religión popular le adjudica este tipo de leyendas a nuestras imágenes…”.

Los indios emboscaron a los españoles. La batalla fue cruenta y encarnizada. El joven Príncipe Guerrero subió a un árbol escoltado por quienes lo condujeron. No estaba cansado porquen o camino. El objetivo era el corazón del enemigo: su reina. Ya en la copa del árbol, diviso la imagen. Le pareció extraño que no se moviera ni ella ni el niño. Diviso los pájaros extraños, aquellos que no tienen pies y tiene rostro de niño… blancos y pálidos. La imagen dio la vuelta. El joven Príncipe Guerrero tomo el arco. Se lo coloco. Apunto. Tiró la flecha, Esta dio completamente en la espalda de la reina, la cual permaneció inmóvil. Iba el joven guerrero a tomar otra flecha cuando sintió que la mujer volaba, no se voltio para verlo pero el sabia lo veía. De su herida no manada sangre sino luz… una luz enceguecedora. Los pájaros sin pies empezaron a volar a su alrededor y la luz petrifico y Crego al joven Príncipe Guerrero, el cual escucho un sonido ensordecedor, igual que un trueno y cayo al suelo sangrando del a sien izquierda. La reina volvió a verlo, inclino la cabeza y le habló al niño que llevaba en los brazos al odio. Le pidió perdonara al joven Príncipe Guerrero porque no sabia lo que hacia…

NOTA. La narración en negritas es la imaginación del autor, inspirada en la Virgen de la Merced.

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